Al igual que Perú, Estados Unidos se prepara para su próximo verano con menos restricciones sanitarias a dos años de pandemia por el COVID-19. De acuerdo a medios internacionales, a la fecha, 33 estados que tenían órdenes de uso general de mascarillas en lugares públicos las han cancelado por completo, incluyendo California, la última en flexibilizar sus normas sanitarias.
La noticia ha caído como anillo al dedo a los confeccionistas peruanos. No por nada Estados Unidos concentra el 70% de los envíos del sector textil y confecciones de Perú.
“La temporada de verano (que va desde mayo) es importante para nosotros porque los estadounidenses renuevan su closet y lo que les vendemos son prendas que van acorde a la estación, hablamos de polos, shorts, ropa de golf, buzos, entre otros”, dijo Luis Aspíllaga, presidente del Gremio de Indumentaria de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Además, los productores peruanos aprovecharán la cercanía del Mother’s Day (Día de la Ma
dre en el gigante americano). Todo ello les permitirá un crecimiento de envíos a dicho destino en 15% este año respecto al 2021, proyecta la CCL.
El otro factor que beneficia a los empresarios de textil y confección de Perú son las estrictas políticas que ha implementado el Asia frente al rebrote de la pandemia, afectando así la producción de sus textiles y su oferta a nivel internacional, dejando espacio para productos de otros países.
“En China la tolerancia frente a un brote de ómicron es cero, si aparece un caso la ciudad se cierra. En India y Vietnam también han aplicado similares políticas. En cambio, en Perú, la industria de textil y confecciones solo paró un mes, en abril del 2020 volvimos a funcionar haciendo mascarillas y poco a poco hemos retornado a nuestra producción de antes sin otra paralización”, anotó Aspíllaga.
De acuerdo a los datos de la CCL, los envíos del sector crecieron en total un 20% en el 2021 versus el 2019. Para este año se proyecta una tasa de crecimiento similar (20%) frente al año pasado.
Mezcla de insumos
Como reportó Gestión en noviembre del 2021 (Gestión 16.11.2021) las fábricas textileras en Perú vienen operando al tope por la alta demanda externa. Clientes que habían dejado de comprar a productores peruanos han retomado los acuerdos comerciales.
“Siguen las visitas de empresarios todas las semanas, y quienes ya nos compraban están aumentando sus órdenes de compra, hay una actividad comercial interesante. ¿Qué está sucediendo? Es que los fletes se han elevado y cuesta hasta US$ 20,000 un contenedor; entonces, si bien la mercadería asiática puede estar más barata, con el precio del flete el producto peruano se vuelve más competitivo. Llegamos a Estados Unidos en una semana en barco y a países más cercanos en trasporte aéreo”, resalta Aspíllaga.
Sin embargo, al igual que la Asociación de Exportadores (Adex) y la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), el Gremio de Indumentaria de la CCL también advierte la escasez de insumos y el alza del precio del algodón, lo que obligaría a un leve incremento en el precio de la ropa.
Para contrarrestar la falta de suministros, los fabricantes están recurriendo a la mezcla entre algodón pima y otras fibras. “Los clientes están siendo flexibles y están aceptando que seamos creativos”.
La industria en Perú se encuentra enfocada principalmente en la fabricación de ropa casual -como pijamas, polos y pantalones versátiles- pues en “la nueva normalidad” todavía son pocos los que optan por el regreso a la oficina y si van, prefieren estilos muchos más relajados. Así, las prendas elegantes, mucho más elaboradas con mucho botón y lentejuela, así como bordados, se han reducido un poco.
Dato
- Según el Gremio de Indumentaria de la CCL, de las 15 empresas más grandes de confecciones el 60% mide su huella hídrica. Una de las primeras empresas es participar en este indicador ha mejorado su puntaje en el 2021, señaló Luis Aspíllaga