La agencia calificadora Fitch Ratings se refirió al entorno de incertidumbre a nivel nacional, que ha alcanzado a sectores como electricidad y gas.
Natalia O’Byrne, senior director corporates de Fitch Ratings mencionó los problemas en los suministros de combustibles debido a las protestas en contra del actual Gobierno.
En medio de esa volatilidad social y política se ha gatillado la reducción de la exposición de inversionistas en esos sectores, vinculados a los servicios básicos, dijo.
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“A raíz de los movimientos sociales vemos algunas disrupciones en los suministros, sobre todo los que son atendidos por carro tanques y esquemas de tuberías virtuales. Hay dificultades, pero en general el sector eléctrico y gas están muy protegidos por unos esquemas de concesión bastante fuertes que están contenidos en la Constitución. Sin embargo, hay algunos inversionistas que vemos que están saliendo del Perú en estos sectores, pues están un poco más nerviosos ante las condiciones políticas de incertidumbre”, manifestó.
Las compañías de esos sectores cuya deuda evalúa Fitch Ratings son Transmantaro (CTM), Fenix Power, Kallpa Generación, Orazul Energy, Gas Natural de Lima y Callao, Hunt Oil, Peru LNG y Transportadora de Gas del Peru (TGP).
Juan José Marthans, director del área académica de Economía del PAD de la Universidad de Piura, señaló que la reacción de los inversionistas resulta natural en coyunturas inciertas como la actual.
Indicó que si bien se esperaba un panorama mejor con la salida de la anterior administración, el escenario social y electoral limita la permanencia de capitales en el país.
“A la incertidumbre política ahora se suma la escala de convulsión social, con una elección a cuestas y la probabilidad de que se cambien las reglas del juego. Del mismo modo, hay posibilidades de que haya presencia de la izquierda extrema peleando los próximos comicios, lo que representa una restricción para la inversión directa y de cartera, en este caso para electricidad y gas”, indicó.
Según Renta4 SAB, el sector eléctrico por lo general no se ve afectado por disrupciones vinculadas a lo social, es decir, los valores de papeles como acciones o bonos que emiten las empresas del rubro no reaccionan tanto a la coyuntura, a diferencia de otros sectores como el minero.
“Entre los sectores más relacionados con las protestas está el minero o financiero, más que el de energía, por lo que podría haber otros motivos que puedan haber afectado la decisión de estos inversionistas. Si hay tomas, por ejemplo, de gasoductos (la planta de Kepashiato de TGP fue tomada unos días por los manifestantes) esto sí podría ser relevante para el sector de utilities (eléctricas y gas)”, comentó.
Empresas están cautas al invertir y tomar deuda
Muchas de las compañías en Perú, Chile y Colombia están siendo cautas a la hora de invertir, señaló Natalia O’Byrne.
Los niveles de endeudamiento de las empresas de estos países son estables, en parte porque no quieren tomar financiamiento pues esperan ver lo que sucederá en esos países, en medio de la incertidumbre política, sostuvo. El alto costo de financiamiento también influye, añadió.
“Hay desafíos en estos mercados, en el caso de Chile, Colombia y Perú; sabemos de la incertidumbre política en estos países. El ambiente de dificultades políticas en Perú tiene un impacto sobre el entorno de negocios, las decisiones de inversión que comentaba (mayor cautela), empleo y crecimiento”, afirmó O´Byrne.
“La preocupación de antes ha aumentado. No solo es inestabilidad política, sino una escalada importante de inestabilidad social, que limita la demanda y actividad empresarial. No hay incentivos entonces para que hayas inversiones, que es un motor para generación de empleo, y esto a su vez sigue impactando en los negocios y sus planes de expansión”, expresó Mathans.
Calificaciones corporativas aún estables
La representante de la agencia calificadora destacó, sobre el Perú, que si bien la incertidumbre alrededor del Gobierno limita el crecimiento económico, las calificaciones de las compañías no serían revisadas.
Mencionó que la cartera que ve Fitch en Centroamérica y Perú está principalmente en sectores como utilities, lo que brinda también un buen desempeño por la predictibilidad de los flujos de ingresos.
Asimismo, mencionó que en Perú, buena parte de las perspectivas negativas en compañías están asociadas a los movimientos de la calificación soberana -del país-, revisada a negativa por la calificadora en octubre. Muchas de estas empresas tienen vínculo con el Gobierno o servicios financieros.
“Estamos relativamente tranquilos desde el punto de vista de calificaciones corporativas, pues las decisiones de calificación de algunas compañías que tenían dificultades de endeudamiento y liquidez ya se tomaron”, agregó la ejecutiva.