La economía peruana podría contraerse 12.5% este año y recuperarse 11.5% en el 2021, estimó Fitch Rating.
En un reporte, la agencia calificadora de riesgo crediticio prevé que el declive económico de Perú seguirá desacelerándose en el segundo semestre.
En este contexto, las perspectivas de calificación negativa aumentaron para las empresas peruanas emisoras de deuda (bonos), detalló Fitch. Así, de las 24 compañías calificadas al 31 de agosto, el 60% tiene perspectiva estable, el 36%, negativa, y 4%, positiva.
Recuperación
Una perspectiva negativa es una advertencia de que, más adelante, Fitch podría bajar las calificaciones crediticia de estas empresas peruanas que hoy se ubican en categorías de entre “BBB” a “B”. En medio de este escenario complicado, Fitch Rating no percibe, en promedio, una gran presión de liquidez o riesgo de insolvencia en este grupo de compañías locales, señaló José Vértiz, director de la agencia calificadora. “Para las empresas peruanas vemos una recuperación gradual en la generación de flujo de efectivo junto con una disminución del apalancamiento financiero (endeudamiento) hacia el cuarto trimestre del 2020 y el primer semestre del 2021”, estimó.
Sin embargo, el año terminará con la caída en los flujos de caja en 16 de las 24 empresa evaluadas y con la reducción de los niveles de deuda en solo ocho compañías, proyectó Fitch (ver tabla). El mayor crecimiento del crédito corporativo reflejaría el incremento del uso de deuda para respaldar las necesidades de liquidez, indica el informe de Fitch.
En cambio, la desaceleración de los préstamos de consumo mostraría una demanda más débil, añade.
Riesgos
Justamente uno de los riesgos clave para las empresas peruanas, en los siguientes meses, es una demanda interna y consumo deprimidos, refiere la calificadora. En tal sentido, prevé que este año la tasa de desempleo alcanzaría el 15% y se reduciría gradualmente hasta 8% en el 2021.
Asimismo, la inversión privada se mantendría lenta y volvería a los niveles normales previos al coronavirus recién entre el 2022 y 2023, estimó la agencia. Y es que el próximo año la persistencia de la incertidumbre económica y el inicio del proceso electoral harían más lenta su recuperación, explicó.
El proceso de reactivación económica en el 2021 sería liderado por el sector minero y una mayor inversión pública, destacó el reporte. En el primer caso, será clave observar la tendencia que siguen los precios de las materias primas, mientras que en el segundo, las fricciones con el Congreso podrían restarle capacidad al gobierno para ejecutar su plan de recuperación económica, precisó.