El gasto no financiero del Gobierno general —compuesto por el gasto corriente y de capital del Gobierno nacional, así como de los gobiernos regionales y locales—, disminuyó en 4.6% interanual en octubre, sumando así cuatro meses consecutivos de caída. Aún así, el monto ascendió a S/ 18,425 millones el mes pasado, el más alto en lo que va del 2023.
“El resultado del mes se explica por el menor nivel de gastos de capital (-31.8%), en particular de ‘otros gastos de capital’ (-82.7%), principalmente debido a que en octubre de 2022 se registró un primer aporte de capital (S/ 2,000 millones) del Tesoro Público a Petroperú”, explica una Nota de Estudios del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), el gasto pasó de representar 21.3% en setiembre a 21.1% en octubre, su nivel más bajo en el año. Sin embargo, el déficit fiscal acumulado a 12 meses todavía se mantiene en -2.8%, puesto que continúa la contracción de los ingresos corrientes del gobierno general (19.8% del PBI en octubre).
Cuando comparamos el periodo enero-octubre, la variación del gasto con respecto al 2022 es de 1.6%.
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Remuneraciones
Si bien se reduce el gasto de capital, una partida preocupante es la de gasto corriente para todos los niveles de gobierno. En octubre aumentó en 11.4% interanual por el mayor gasto de las tres instancias de gobierno. El aumento se registró en las categorías de remuneraciones (8.7%) y bienes y servicios (28.8%), de acuerdo con el BCRP.
Además, en el acumulado enero-octubre, el gasto corriente aumentó en 4.0%, en el que se destacó nuevamente el rubro remuneraciones (12.7%). “Refleja el aumento de remuneraciones otorgado a los diferentes regímenes laborales del sector público y al sector Educación, así como el pago de sentencias judiciales, y en menor medida adquisición de bienes y servicios (2.0%)”, señala la Nota de Estudios.
El ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, resaltó el incremento de las remuneraciones como un riesgo para la sostenibilidad fiscal. “Necesitamos que el incremento en gasto de remuneraciones se modere. Para el 2024, prácticamente se ha incrementado el gasto de remuneraciones en cerca de S/ 10,000 millones, gran parte es por las medidas aprobadas en los últimos años en el Congreso de la República”, subrayó.
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“(...) De cara a mantener la sostenibilidad fiscal debemos procurar que estos incrementos sean moderados y consistentes con las reglas fiscales”, agregó el titular del MEF.
Para Sandro Fuentes, exjefe de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), estos incrementos no se trasladan en una mejora de los servicios públicos. “Siempre ha sido riesgoso el explosivo crecimiento de la burocracia. En un país con una brecha de infraestructura e importantes déficit de inversión pública, crece el gasto sin mayor explicación porque no tenemos más médicos, enfermeras ni profesores. Por cada sol de incremento en remuneraciones son S/5 o S/6 más de gasto. Es una proporción bastante ancha que crece desde hace varios años y nadie se atreve a cortarlo”, señala.
¿Más déficit fiscal?
Según las reglas fiscales vigentes, el déficit fiscal no debe ser mayor a 2.4% del PBI en el 2023; a 2% del PBI en el 2024; a 1.5% del PBI en 2025; y a 1% del PBI de 2026 en adelante.
Pese a la dinámica del gasto hasta ahora, los expertos consultados por Gestión no esperan que en los dos últimos meses del 2023 este continúe en negativo. Por el contrario, en el mes de diciembre suele haber un aumento importante por mayor ejecución del presupuesto de inversión de los gobiernos regionales y locales. Además, incluso se prevén mayores niveles de gasto en el contexto de la emergencia climática del fenómeno de El Niño (FEN).
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“Estimamos un déficit del 3% para el 2023 y 2.5% para el 2024. Viene fundamentalmente por una reducción de ingresos. El gasto no tendrá una reducción (hacia adelante). Creemos que, con respecto del PBI, la recaudación tributaria llegue al 15.2%; no esperamos un mayor dinamismo en los dos últimos meses porque hay un rezago en los ingresos tributarios, de entre 3 y 6 meses, dependiendo del ciclo”, explica Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas.
Para Fuentes, en el contexto de recesión en el que nos encontramos no es recomendable reducir más el gasto, puesto que implicaría disminuir inversión pública. “No preocupa que se incremente el déficit, pero la pregunta es cómo se va a financiar ese gasto, es algo que el Gobierno no ha dicho. En este caso es un mal necesario. Sí preocuparía que se incremente el nivel de endeudamiento”, indica.
En la misma línea está la agencia calificadora de riesgos Fitch Ratings. En entrevista con Gestión, Saúl del Real, su director de soberanías, señaló que “nosotros revisamos las reglas fiscales en el tiempo, un año que no esté en línea con su regla fiscal quizás no impacte significativamente nuestras perspectivas, pero un periodo de tres años sería más preocupante si vemos un desvío grande en cuestión de las reglas fiscales”.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.