Aunque en los últimos años el Perú -y el mundo- se ha enfrentado a la pandemia del covid-19, alza en las cotizaciones internacionales, incremento de los fletes marítimos, guerra en Ucrania, entre otros, los envíos de los productos de agroexportación no han dejado de crecer.
Para este año, se prevé que las exportaciones de productos agrícolas sumarían US$ 9,700 millones, un incremento cercano a 10% respecto al 2021, según la proyección de Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP). Y solo en el rubro de frutas y hortalizas, los envíos pasarían de US$ 4,970 millones el año pasado a US$ 5,400 millones en el 2022, detalló Gabriel Amaro, director ejecutivo del gremio.
¿Qué productos liderarían estos valores? Los envíos de uva y arándanos continuarían como los “top” y superarían -una vez más- los US$ 1,000 millones. Sin embargo, quien no lograría “repetir el plato” sería la palta.
“Las condiciones climáticas son positivas, pero el tema son los sobrecostos. Los fletes están 4 a 5 veces más; en mano de obra, al subir la remuneración mínima vital para un sector que pagaba bonos por productividad no tiene sentido, entre otros”, dijo.
¿Qué pasó con la palta? Ya está terminando su temporada (agosto). El año pasado se exportaron US$ 1,049 millones de esta fruta, pero -estimó Amaro- este año lamentablemente no se llegaría a los US$ 1,000 millones. De hecho, el año pasado -a junio- se vendieron US$ 628 millones, pero en el primer semestre de este año se ubicó en US$ 518 millones.
“El precio de la palta está muy bajo en el mundo. Se está cotizando en el mundo a menos de US$ 2.00 en el periodo. Esto ha hecho que mucha oferta no se pueda enviar. Bajan los precios, en condiciones normales a veces se puede absorber, pero ahora nos han venido todos los sobrecostos y la política peruana, que no es competitiva”, remarcó.
-Mesa agroexportadora-
Si bien la agroexportación crecerá este año, para Amaro está perdiendo dinamismo y un mejor resultado va a depender de los precios del mercado -por un lado-, pero también por el accionar desde el lado interno.
Así, consideró, se debe dar un trabajo concatenado entre el Ejecutivo y el Legislativo, junto con el privado. Por ejemplo, comentó que se le ha pedido al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) puedan activar la mesa agroexportadora para resolver problemas vinculados a trabas o temas regulatorios. Además, señaló que se han reunido con el Congreso, con similar pedido, que se ponga foco en leyes que impulsen el sector.
“Tenemos capacidades para seguir creciendo, necesitamos que el Gobierno y el Congreso trabajen de la mano con el sector privado y se genere una regulación que gane espacios”, remarcó.
-Inversiones en stand by-
Este trabajo conjunto se hace aún más relevante en un contexto -agrega- en el que las inversiones del sector están en stand by: “Lamentablemente, este año las inversiones agrarias nuevas son cero, cuando tienes un sector económico sin inversión agraria, que es de largo plazo, las previsiones se van resintiendo”.
Amaro subrayó que al no haber mayor inversión, se está agotando el crecimiento, lo que se verá con más claridad en los próximos años.
“El problema está cuando el Gobierno no acompaña el proceso de crecimiento competitivo de un país. El otro año tienen que mejorar las condiciones. Y lo que va a suceder es que si no te dan los números, las empresas salen del negocio”, advirtió.
-Otros cultivos-
Si bien hay cultivos con potencial para ocupar posiciones importantes en la canasta agroexportadora de Perú, los precios y los sobrecostos están evitando un mayor impulso.
“Hay cultivos emergentes como la pitahaya, con mucho potencial, pero todavía es muy nuevo. En el caso de los bananos, a junio del 2021 se exportaron US$ 78 millones, pero para el primer semestre de este año ha bajado 16%. Para los cítricos, estamos exportando casi igual valor que el año pasado: de US$ 106 millones a US$ 105 millones. Si hablamos de fruta como granada, los envíos de este cultivo han crecido un poco, de US$ 80 millones a US$ 90 millones”, puntualizó.
-Otrosí Digo: Situación del espárrago-
Detalles. El espárrago, que tiene una duración más corta que árboles frutales y si se cambia el cultivo por otro más joven o nuevo se debe hacer en otro terreno, la productividad es baja. En el cambio del cultivo, los productores evalúan si la rentabilidad del espárrago en el mercado será suficiente, para decidir si reinvierten en otro cultivo o no. “Por eso vemos que el espárrago ha tenido un retroceso de 5%”, dijo Amaro.
“Pésima señal con limitación de tierras”
Gabriel Amaro, director ejecutivo de AGAP
El Gobierno ha dado una pésima señal con este proyecto de ley que buscaría aprobar la limitación del uso de tierras (tema contenido en la propuesta legislativa de Segunda Reforma Agraria que presentaría el Ejecutivo al Congreso: Gestión 10.08.2022), pretendiendo repartir las tierras de las irrigaciones sin venderlas, sin que paguen el agua, y que está diseñada para agricultura de exportación, no para minifundio.
Como ejemplo, podríamos decir que Arequipa podría ser una región agroexportadores del país, pero Majes-Siguas II “se desperdició” porque se repartió en pequeñas parcelas y se perdió el sentido de la irrigación, que se pague el agua.
En el sector agrario de agroexportación son menos de 5 hectáreas, pequeña agricultura que se ha sumado año a año a las cadenas productivas.