En las últimas semanas se desató una polémica tras reportarse que la marca italiana de lujo Loro Piana pagaba precios que podrían considerarse bajos para obtener la fibra de vicuña peruana, pero ¿cuál es la situación de este producto de exportación? De acuerdo con información de la Asociación de Exportadores del Perú (Adex), el comercio exterior de fibras de camélidos aumentó en el último año, pero los precios han venido cayendo.
Durante el 2023, el Perú exportó 14,887 kilogramos de fibra de vicuña por un valor de US$ 4.6 millones, 2.32% más que el año anterior. Sin embargo, el precio por kilogramo al que se vendió la lana de vicuña fue de US$ 315, por debajo de los US$ 421 a los que se vendía en el 2022.
El presidente del Comité Textil de Adex, Carlos Penny Bidegaray, señala que uno de los motivos de estos precios es que se han tenido stocks de fibra de vicuña de años anteriores.
“La razón por la cual ha bajado el precio es porque, en primer lugar, los trámites que se tienen que seguir para obtener la autorización de Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) son bastante engorrosos. En segundo lugar, los que están calificados para poder exportar la fibra son muy limitados, muy concentrados. Por último, ha habido una mayor disponibilidad de fibra de vicuña frente a la demanda”, señala.
Si bien los datos de Adex muestran que al menos 10 empresas exportaron esta fibra, el 56.65% de estos envíos los concentró la compañía denominada Loro Piana Perú. Además, en general, a Italia se envió el 97.12% de esta materia prima exportada.
Otra explicación para estos precios, indica Penny, es que gran parte de la fibra que se está exportando no ha sido lavada y cardada, ni hilada, lo que implica un menor valor respecto de la que ha pasado por este proceso.
LEA TAMBIÉN: Marca de lujo Loro Piana niega inequidad con recolectores de lana de vicuña en Perú
En el caso de la fibra de alpaca, el año pasado los envíos fueron 30% mayores al exportarse 5 millones 978,857 kilogramos por US$ 99.6 millones. Si bien el precio de referencia aumentó a US$ 16.66 por kilogramo, no es mucho mejor que en otros años.
“En años anteriores ha sido mejor, hay que tener en cuenta que a nivel mundial se ha vivido un momento de contracción y eso ha afectado a la industria textil. También por el cambio climático, porque la demanda de fibra de alpaca va de la mano con el clima y si las temperaturas suben, el consumo baja”, sostuvo Penny Bidegaray.
¿Cómo inicia la comercialización de estas fibras?
Los precios que se pagan en el inicio de la cadena son aún menores. El primer eslabón de esta cadena productiva comienza en las zonas altoandinas, en regiones como Puno y Ayacucho, donde las comunidades, de forma independiente o en asociaciones, realizan el proceso de esquila de los camélidos.
“Nosotros (los criadores) no exportamos. Hacia dónde llega el material, las empresas grandes se dedican a la transformación de la fibra. Nosotros hacemos la esquila respectiva y solo nos dedicamos a vender, sea a las empresas transformadoras o solo a los intermediarios”, explicó Edwin García, representante de la Asociación de Productores y Criadores de Camélidos del Perú.
Al respecto, el presidente del Comité textil de Adex señala que el hecho de que a los criadores se les pague muy poco frente al precio final de los productos terminados o semiterminados está muy vinculado a los intermediarios.
“Los intermediarios no son los industriales ni los artesanos, sino aquellos que compran la fibra sucia y después la revenden. Aun cuando el precio fluctúa, todavía siguen recibiendo un pago por libra de fibra de alpaca muy por debajo de las expectativas de los criadores”, comentó.
La esquila es distinta para vicuñas y alpacas. Para las alpacas, se realiza un proceso de crianza, pero en el caso de las vicuñas, al ser animales silvestres y protegidos, no hay criadores sino principalmente “conservadores”.
El representante del Consejo de Pueblos Criadores de Camélidos del Norte de Ayacucho, Robinson Infanzón, precisa que en el 90% de los casos en los que se obtiene la fibra de vicuña proviene de comunidades campesinas, conformadas por 200 a 400 personas.
Los intermediarios pagan por la fibra de la vicuña menos de US$ 300 por kilogramo, por debajo de los US$ 500 que llegaban a costar hace diez años. Además, se estima que un kilogramo de fibra de vicuña se obtiene con la esquila de cuatro de estos camélidos.
“Se ha devaluado en los últimos años, ahora el precio de venta está entre US$ 260 y US$ 290 el kilogramo, anteriormente el precio pasaba los US$ 360 y hasta US$ 500. Ahora el rendimiento es muy bajo y lo que nosotros queremos lograr es tener un contacto directo con las grandes empresas y vender directamente a ellos, ya sin intermediarios”, comentó.
LEA TAMBIÉN: Exportaciones industriales crecerían 6% en 2024, ¿qué sectores las impulsarán?
Respecto a la lana de alpaca, el año pasado esta se vendía a entre S/ 12 y S/ 15 por kilogramo si era blanca, pero en otros colores como negro o café el precio bajó hasta a S/ 5.
No existe un precio estable para ninguno de los dos tipos de fibras, lo que también ha hecho que ya no sea rentable la producción de estos camélidos, comenta García.
“Si una persona tiene 100 a 300 alpacas no es rentable, teniendo más de 300 se podría decir que es rentable, porque todo ha estado subiendo, es variable y no hay un buen precio por la fibra. En el caso de vicuña tampoco es rentable para los comuneros en pocas cantidades, acá por Puno las pequeñas comunidades solo esquilan 50 a 100 vicuñas”, sostuvo.
Cabe mencionar que, de acuerdo con Infanzón, el gasto en 100 cabezas de alpacas al año es entre S/ 2,300 a S/2,600, lo que incluye alimentación, sanidad, cuidadores, entre otros. Si tenemos en cuenta que cada animal puede generar cerca de 2 kilogramos de fibra, esos montos son similares al ingreso promedio que se puede llegar a recibir por la esquila.
Los criadores señalan que el año pasado ha sido el peor de los últimos diez por las lluvias. pues no se tuvo una buena producción e incluso los precios de la fibra llegaron a bajar a S/ 10 por kilogramo en algunos meses.
Pese a que el 2024 fue declarado el año internacional de los camélidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y que el Perú es el principal producto de fibras de vicuña y alpaca, los productores advierten que realmente no hay interés por parte del gobierno ni un apoyo importante para el sector.
¿Qué se podría hacer?
El presidente del Comité Textil de Adex reconoce que en el caso de la vicuña no se ha hecho un trabajo tan organizado como con la alpaca, por lo que sería importante que exista una coordinación entre las comunidades con las autoridades del Ministerio del Ambiente (Minam), el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y Serfor, y con los gremios textiles.
“Necesitamos trabajar con las comunidades campesinas vicuñeras para tener una estrategia conjunta para que se desarrolle un comportamiento de precios que sea adecuado al criador o a las comunidades. Para eso tiene que trabajarse un programa planificado y coordinado y bien estudiado”, comentó Penny.
El vocero del gremio de exportadores sostiene que se debería desarrollar un programa de producción de hilo de vicuña, para no quedarnos solo en la exportación de fibra como se viene haciendo en los últimos años “pero, para eso se necesitan máquinas para descargar e hilar. Si ya las comunidades pudieran vender hilo de vicuña, la artesanía fina sería una revolución, pero pasan los años y seguimos en lo mismo”.
Con esto, indica, se daría un mayor valor al producto que se ha esquilado, no solo exportando la materia prima sino hilado y confecciones, para ayudar a realmente mejorar la situación económica de comunidades como la de Lucanas (Ayacucho).
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.