A la crisis que atraviesa el café desde hace varios años, debido a la caída de los precios internacionales de este commodity, se suman las dificultades que, durante la cuarentena, afrontan sus productores para el transporte de la cosecha y la obtención de capital de trabajo, por lo que la producción caería 8% este año. Por ello, los productores temen poder abastecer la demanda de cafés especiales, que tienen una demanda creciente en el exterior.
“La cuarentena nos está afectando de muchas formas. En muchas regiones, las autoridades no consideran que el café sea un producto de primera necesidad y solo permiten el transporte de productos perecibles. Entonces, tenemos dificultades para que el personal se traslade hasta los campos, y como no se está cosechando, el café se cae y se pierde. También tenemos problemas para trasladar la cosecha hasta los centros de acopio”, dijo el gerente de la Junta Nacional del Café, Lorenzo Castillo, a Gestion.pe.
El directivo del gremio estima que la producción se reduciría por lo menos 8% este año, en la misma medida que la exportación de este producto, “si se mejoraran las condiciones para el transporte y acopio del café”.
En gran parte, la cosecha de este año dependerá de las medidas que se tomen en las próximas semanas, puesto que la mayor cosecha de café empieza en mayo en las principales regiones productoras, como Cajamarca, Cusco y Amazonas. Esta producción tendría que exportarse de junio en adelante.
En el 2019, se produjo 247,184 toneladas de café verde, y a inicios del presente año se proyectaba un crecimiento de 5% para el 2020, sin embargo la caída de por lo menos 8% conduciría a que la producción solo alcance las 227,409 toneladas.
La exportación del café verde u oro caería por lo menos en la misma medida. Aunque en las últimas semanas, con el incremento de las compras familiares en los principales mercados del mundo, se agotaron los stocks existentes y los precios subieron, esta situación no duraría mucho, debido a que Brasil prepara una cosecha muy grande, que elevaría la competencia entre los países productores, sostiene la JNC.
Cafés especiales
Castillo señala que hay una demanda constante de los cafés especiales, pero no se cuenta con la seguridad de poder abastecerla. Los cafés especiales son granos de café con sabor único y de características particulares que conforman su identidad, por lo que se comercializan a precios diferenciados y mucho más altos que los del café tradicional (o verde). Han sido producidos bajo estándares y métodos que permiten identificarlos como tales.
“En el mundo hay un creciente interés por los cafés especiales, sobre todo en los Estados Unidos. Tienen una demanda estable y una valoración importante. Ahora, lo que necesitamos saber es si vamos a poder cumplir con estos pedidos, no tenemos la seguridad. Estimo que podría haber una caída de las exportaciones de los cafés especiales, que sería del 15%″, expresó.
El 25% de los cafés que exporta el país son especiales: certificados por buenas prácticas agrícolas, orgánicos, certificados por comercio justo, extrafinos, entre otros. En el 2019, se exportaron 65,000 toneladas y este año el volumen se reduciría a 55,000.
A las dificultades antes mencionadas para la producción y la exportación, se suma el que la navieras prioricen el transporte de productos frescos, perecibles, por lo que los envíos de café podrían quedar rezagados.
Además, señala que los productores tienen obstáculos para obtener capital de trabajo debido a que sus fuentes de crédito son limitadas.
“La mayoría de bancos no trabajan dándoles créditos a las cooperativas, sino a empresas grandes. Y en algunos casos, de aquellas que sí tienen acceso a estos créditos, durante la cuarentena se han vencido los mandatos de las directivas, debido a que los asociados no han podido reunirse (por el aislamiento obligatorio) para elegir a una nueva directiva, entonces esa directiva ya no está vigente y la entrega de los créditos se ha suspendido”, sostuvo.
La cuarentena también ha generado que muchas personas retornen de la ciudad a los campos, donde ahora escasea el empleo. “Esta situación está generando un problema social muy grande, porque la gente que viene no tiene empleo, no puede acceder a los alimentos ni a la salud. Nosotros pedimos al Gobierno Central crear una comisión de emergencia agraria para poder atenderlo. En el campo se viene una situación explosiva”, advirtió.
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