Los expertos afirman que, a corto plazo, es posible que los estadounidenses paguen más por su pan tostado con palta hass (aguacate como se le llama en México), y que los distribuidores del fruto en el país busquen más allá del producto mexicano para prevenir futuras alteraciones en el abastecimiento.
Por el momento, los recolectores de aguacate en México ya están sintiendo los efectos de la prohibición temporal de Estados Unidos sobre las importaciones del fruto mexicano -muchos se quedaron sin trabajo-. La medida está vigente desde el pasado 11 de febrero tras la amenaza que recibió un inspector estadounidense que certificaba los aguacates para exportación en Michoacán.
Aunque se prevé que la suspensión se levante “pronto”, había indicios el jueves de que las exportaciones mexicanas de aguacate se reducirán, y que las empresas que los importan podrían tener que buscar en otros países. México suministra actualmente alrededor del 80% de las importaciones estadounidenses del fruto.
“Estuve hablando con algunos compradores de palta a nivel nacional (en Estados Unidos) y hacia el futuro. Saben que necesitan diversificar proveedores. El tema es que se dieron cuenta de que sería muy arriesgado depender de una sola fuente”, señaló Miguel Gómez, profesor de Economía Aplicada y Administración en el Cornell SC Johnson College of Business, una escuela de negocios en el estado de Nueva York.
Perú, Colombia y Chile ya envían paltas a Estados Unidos, pero en cantidades que apenas son una pequeña fracción frente a la producción de México, aunque eso puede cambiar.
“Opino que la interrupción en el mercado será muy corta ahora porque (la palta de) Perú llegará a fines de marzo, principios de abril, y estoy seguro de que harán todo lo necesario para comenzar a enviar paltas antes, quizás a mediados de marzo”, anotó Gómez, quien proyecta un pico de precios del aguacate para dentro de una semana o diez días.
¿Pagar más por la palta?
También queda por ver cómo reaccionarán los consumidores estadounidenses si comienzan a ver cómo suben los precios. Aunque existe preocupación por la deforestación y la violencia que han resultado del auge del aguacate en Michoacán, el fruto se ha vuelto un alimento básico en Estados Unidos, donde su consumo per cápita se triplicó desde el 2001 a 3.6 kilos por persona en el 2018.
“En el momento en que tocas el pan tostado con aguacate de alguien en un almuerzo, es como atacar el corazón de muchas familias estadounidenses que disfrutan del almuerzo dominical, ¿verdad? Entonces, de repente, hacemos preguntas como ¿Dónde están las prioridades aquí?”, comentó Desirée LeClercq, profesora de Derecho Laboral en la Facultad de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell.
Eso plantea la cuestión de si los estadounidenses estarían dispuestos a pagar más por aguacates que no estén asociados con la violencia, los cárteles de las drogas o la deforestación.
“Requiere que los estadounidenses realmente se pregunten a sí mismos, ¿quieren pagar más para tener un producto de calidad o quieren hacerse de la vista gorda y poder comer su pan tostado en consecuencia?”, preguntó LeClercq. “Y creo que los consumidores se están educando más sobre cómo se hacen estos productos, pero creo que aún está por verse si eso se reflejará o no en el comportamiento del consumidor”.
Avances en las conversaciones
La asociación de productores de aguacate y los funcionarios del estado de Michoacán se reunieron esta semana con funcionarios estadounidenses para elaborar garantías de seguridad para los inspectores estadounidenses, una alternativa con la que esperan restaurar los envíos de palta “a la brevedad”, escribió el gobernador del estado mexicano, Alfredo Ramírez Bedolla.
Mientras tanto, los productores de aguacate en Michoacán están en la incertidumbre. Los aguacates pueden quedarse en los árboles durante un cierto tiempo, pero la fruta ya cosechada debe enviarse rápidamente a los mercados.
“Estamos en esta incertidumbre, de que (el aguacate de exportación) si se va al (mercado) nacional en toda la república, va a abaratar el precio”, dijo el mayorista y distribuidor de aguacate José Manuel García Tovar. “Entonces, estamos en que los productores quieran o no cortar”.
Por su parte, Jack Hartung, director financiero de la cadena estadounidense de restaurantes Chipotle, escribió en un comunicado: “Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestros proveedores para superar este desafío. Nuestros socios de suministros tienen actualmente inventario disponible para varias semanas, por lo que continuaremos monitoreando la situación de cerca y ajustar nuestros planes en consecuencia”.