Actualmente, del total de personas que conforman el Perú urbano, solo el 52% está bancarizado, que corresponde a 8.9 millones de personas respecto a los más de 33 millones de peruanos. Según el reciente estudio de Experian Perú, al mes de julio, hay mayor concentración de hombres y en determinadas regiones.
A julio del 2021, el 47% de personas bancarizadas son mujeres y el 53% hombres, en el sector urbano, señaló el gerente comercial ESC Experian Perú, Sergio Rivera.
Indicó que las cifras en cuanto a bancarización femenina no se han recuperado del todo a niveles prepandemia, ya que en el 2019 las clientes bancarizadas eran el 51%.
Por otro lado, respecto a cifras registradas en el 2020, se observa una diferencia positiva en el porcentaje de mujeres que accedieron a productos crediticios, lo cual está relacionado a que la cifra de emprendedores mujeres aumentó durante la pandemia.
“Aunque aún existen brechas, hay mayor paridad en cuanto a porcentajes de nuevos clientes bancarizados, tanto de hombres como mujeres, lo que puede deberse a la mayor democratización de los productos y el hecho de que cada vez son más las mujeres emprendedoras que los requieren y hacen uso de ellos por su propia cuenta. Otro motivo podría ser que se observa que hay más programas de desarrollo de emprendimiento orientados a mujeres”, manifestó.
Según el estudio, la bancarización por el lado de productos crediticios en clientes nuevos a julio del 2021 está centralizada en las ciudades más desarrolladas del país, pues el 56% se concentra en las regiones de Lima, Piura, La Libertad, Cusco y Arequipa.
“A partir de estos hallazgos, es fácil deducir que aún existe un largo camino que recorrer para lograr la inclusión financiera en el Perú. Por el lado del sistema financiero, es importante que se desarrollen productos alineados para determinados mercados, además de un fácil acceso, preparar montos de desembolso y tasas diferenciadas que permitan generar comportamientos a analizar y ampliar cada vez más el alcance de los productos”, dijo Rivera.
Señaló que la difusión de la cultura financiera tanto por parte del sector privado como público, el acceso a los servicios de internet y del alcance de dispositivos móviles con mayor tecnología en el soporte de las bandas de datos para descargar las apps de los servicios financieros, serían clave para evitar concentraciones dentro del sector urbano, pero también para cerrar brechas con su par rural.
“Es importante asegurar que las poblaciones en zonas remotas rurales tengan acceso a redes de conexión a internet que les permita acceder a servicios financieros digitales. Lo mismo debe ocurrir del lado del sector financiero y los distintos actores que ofrecen los medios digitales para las transacciones financieras, tanto en banca tradicional como en fintech”, afirmó.
Otros hallazgos
Los productos financieros respecto de los clientes bancarizados que predominan en el Perú urbano son, en primer lugar, las cuentas de ahorro, alrededor de 84%, frente al 24% que opta por tarjetas de crédito y el 20% que ha solicitado préstamos personales. Estos son los “top 3″ de los productos financieros más usados en el 2021.
“Para empezar, es importante explicar que en ese momento la evolución mensual de clientes bancarizados se está recuperando después de la segunda ola del COVID-19 en el Perú, registrada en el mes de febrero. A julio del 2021, hay una diferencia de 37,963 nuevos clientes bancarizados, lo que refleja también la recuperación económica progresiva en el país”, señaló Rivera.
Respecto a nuevos clientes en el mes de julio, la distribución de créditos solicitados se divide en tres, el 57.7% de clientes solicitaron créditos de consumo, el 42% solicitaron créditos Mype y el 0.3% solicitó créditos hipotecarios.
De las regiones del Perú urbano, es Lima (conformada por Lima y Callao) la que concentra el 37.2% del total; la región Norte el 21.4%, la región Centro el 14.6%, la región Sur el 22.2% y la región Oriente el 4.7% del total, según el estudio.
Los bancarizados por créditos Mype tienen mayor participación en las regiones Centro y Sur, en tanto los bancarizados por créditos de Consumo tienen mayor participación en las regiones Lima y Oriente.
“Los clientes que se bancarizan tienden a crecer en su experiencia con servicios financieros pues identifican que es el medio que les permite el soporte de crecimiento para sus actividades ya sea por el lado de canales digitales o por el lado del crédito, y a la vez pueden acceder a formalidad con la ayuda de programas sociales contribuyendo a mejorar su calidad de vida”, manifestó.
Perspectiva
Según Rivera, lo más importante es generar una cultura de educación financiera, y que los nuevos productos y servicios que tienen inmersa la transformación digital sean de fácil usabilidad para brindar al usuario una experiencia que lo acerque a la modernidad y facilidad.
“Se debe seguir impulsando la inclusión financiera, pero de una forma más didáctica y en palabras sencillas para que la población y pequeños negocios puedan entender los beneficios de acceder a productos y servicios financieros. El objetivo es que la persona tenga claridad, control y conocimiento de sus finanzas, para luego acceder a productos financieros, como créditos, de forma fácil e informada”, señaló.
Indicó que, a raíz del contexto actual, se ha impulsado el uso de medios de pago sin contacto, por ambos lados, tanto consumidores como negocios, lo que continuará ayudando a democratizar la inclusión financiera.
“El factor de la tecnología está muy relacionado a ello, y es relevante frente a la juventud y sus necesidades financieras, porque son ellos los que se adaptan con mayor facilidad. Tanto digitalización como seguir avanzando con la bancarización a nivel país representan una gran oportunidad, sobre todo en las distintas zonas geográficas que conforman el Perú rural”, afirmó.
¿Qué es inclusión financiera?
Según el representante de Experian Perú, la inclusión financiera es un medio para mejorar el bienestar de la población a través del uso responsable de los productos y servicios disponibles por las entidades del sistema financiero. Esto contribuye a la mejora en la calidad de vida de los clientes, con el crecimiento económico y la reducción de la informalidad en el país.
Algunos canales para la inclusión financiera son los productos de ahorros, pagos, créditos, seguros y pensiones.