El primer paso que se debe dar en el Perú para iniciar actividades mineras, como es obtener el título de posesión de una concesión, está creciendo cada vez más, y este año volvería a alcanzar niveles récord, según el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet).
En el 2019 esa entidad superó los 3,000 permisos otorgados, y en 2022 se volvió a sobrepasar esa cifra, al otorgar 3,737 títulos de concesiones mineras, destacó Henry Luna, presidente del Ingemmet, adscrito al Ministerio de Energía y Minas (Minem).
De enero a junio de este año, de un total de 3,120 solicitudes de petitorios mineros que Ingemmet recibió a nivel nacional, otorgó 2,424 títulos de concesiones mineras, por 1′077,645 de hectáreas (has), más de la mitad de lo otorgado en todo el 2022 (1.7 millones de has).
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Proyección para el 2023
Para el cierre del 2023, indicó Luna, la proyección de ese organismo técnico especializado, es que se podría superar los 4,000 títulos de concesión minera, es decir batir un nuevo récord.
Hasta el momento, las concesiones otorgadas representan el 14.48% del Sistema de Cuadrículas Nacional (el país está dividido en cuadrículas, esa es la forma para determinar las áreas a concesionar).
Según Carlos Gálvez, expresidente y director de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), lo hasta ahora avanzado significa que, de los 128 millones de hectáreas que tiene el territorio peruano, el 14% está dado en concesión.
¿Cuántas de las concesiones están en actividad?
El tener un título de concesión, anotó Gálvez, solo otorga derecho sobre la superficie, y evita que haya una superposición de propiedades, pero no significa que su poseedor tenga permiso para explorar o explotar en esa área, pues ello requiere de otras autorizaciones para cada una de esas actividades.
De hecho, refirió que aún cuando el 14% de la superficie del territorio nacional está dado en concesión, menos del 1.4% tiene actividad minera, sea exploratoria o de producción.
Según el Minem, de las 1,332 concesiones mineras, que ocupan 2.1 millones de has, solo 710 están en explotación, lo que representa 1.4 millones de has, o el 1.12% del total de territorio dado en concesión.
Menor aún es la cantidad de concesiones (300) donde se ejecuta exploración, y que se desarrolla en 312,105 hectáreas, lo que abarca apenas el 0.24% de la superficie concesionada.
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Falta exploración en el país
El presidente de Ingemmet señaló que, pese a los récords de entrega de concesiones, preocupa que solo cerca del 1.40% del Sistema de Cuadrículas esté con actividad minera, reconociendo que falta exploración en el país.
Solo en junio último, la inversión en exploración, con US$ 33 millones, cayó 18.3% en comparación a igual mes del 2022.
De esta forma, en el acumulado al primer semestre, la inversión en la búsqueda de nuevos yacimientos alcanzó los US$188 millones, un crecimiento de apenas 0.2%. Es decir, la recuperación que se apreciaba en meses previos, se estancó.
Proyección a la baja
Para el 2023, según Carlos Gálvez, la proyección es que las inversiones mineras en exploración podrían estar cercanas a los US$ 300 millones, es decir menores a las del 2022, en que llegaron a los US$ 429 millones.
Esta situación se produce, a pesar de que, según el exviceministro de Minas, Rómulo Mucho, el Perú tiene un potencial de reservas de cobre de más de 90 millones de toneladas, con base en información del mineral identificado en los diversos proyectos cupríferos en cartera.
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La “pelota está en cancha” del Gobierno
Mucho refirió que “la pelota está en la cancha” del Gobierno. “Si bien le está dando vueltas, hasta ahora no mete un gol”, dijo al ser consultado sobre si hay avances en el anunciado destrabe de la tramitología requerida para aprobar proyectos mineros.
Por su parte, Gálvez, indicó que, el hecho que haya cada vez más concesiones aprobadas, pero pocas que se exploten o exploren, se debe a los cuellos de botella que aún existen para obtener los permisos de cada una de esas fases de esa industria extractiva.
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En tal sentido, observó que el problema de las demoras en la permisología es un tema que, en particular preocupa al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Consideró que la cartera hace sus mejores esfuerzos y ha constituido un equipo para coordinar (el destrabe de proyectos). “Sin embargo, es como una ambulancia que intenta avanzar en hora punta por la Av. Javier Prado. Toca su sirena, pero nadie se mueve”, finalizó.
Comunicador social. Estudió en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, e Inglés en la PUCP.