El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este martes un plan para atajar la inflación “reduciendo los costos y no los sueldos”.
En su primer discurso del estado de la Unión, Biden aseguró que contener los precios es su “principal prioridad”, y apuntó que su plan no solo recortará la elevada inflación, sino también el déficit público.
El mandatario enumeró varios pasos para lograr la reducción de la inflación, que se encuentra disparada, en el 7.5% según el último dato, y habló de la reducción de varios costos, empezando por los de los medicamentos, los energéticos, y los de gastos familiares como el cuidado de los niños.
Además aseguró que bajo su plan nadie que gane menos de US$ 400,000 al año pagará más impuestos. “Nadie”, recalcó.
Sí puso el objetivo en la fiscalidad de las empresas, y recalcó que el año pasado 55 grandes fortunas y 500 grandes empresas ganaron 40,000 millones en beneficios sobre los que “no pagaron ni un dólar” de impuestos.
Por eso defendió un mínimo impuesto a las empresas del 15% y subrayó la necesidad de tomar medidas para garantizar que los ricos “no pagan menos impuestos que un bombero o un profesor”.
El presidente estadounidense afirmó, además, que para reducir los costos es necesario que haya más competencia.
Y en este punto señaló que, aunque defiende el capitalismo, “el capitalismo sin competencia es explotación” y aumenta los precios.
Por otro lado, Biden insistió en defender el aumento del salario mínimo a los quince dólares la hora, para que nadie tenga que mantener a su familia “desde la pobreza”.
Todo en un discurso en el que el presidente acusó a la anterior administración, presidida por Donald Trump, de haber inflado el déficit con recortes de impuestos a los más ricos y de haber permitido que se utilizaran para otros fines millones de dólares en fondos dedicados a aliviar los efectos de la pandemia.
Por eso anunció que el Departamento de Justicia nombrará un fiscal que investigue estos casos de fraude.