La proyección oficial es que las agroexportaciones peruanas alcanzaron en el 2021 el récord de US$ 9,000 millones, principalmente de arándanos, mandarinas y uvas. Una cifra que, si bien mayor a lo que se totalizó en el 2020 (US$ 7,791 millones), está un poco alejada de lo que en el 2019 se estimaba: llegar a los US$ 10,000 millones.
Y es que el 2021 ha sido complicado para el sector agroindustrial y agroexportador. No solo por la incertidumbre política y la pandemia; sino también por los alcances de la nueva ley agraria (Ley N° 31110), que cumplió el 31 de diciembre del 2021 su primer año desde que fue promulgada, reemplazando a la anterior Ley de Promoción Agraria que estuvo vigente entre el 2000 y 2020.
De acuerdo a los agroexportadores, la nueva norma aumentó en el año 2021 los costos de las empresas que se habían acogido a los beneficios tributarios que ofrece la ley, debido a la bonificación (BETA) para los trabajadores equivalente al 30% del sueldo mínimo (S/ 279), mientras las aportaciones a EsSalud subieron de 6% a 7%.
Esta situación, según el director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), Gabriel Amaro, incidió en la disminución de la rentabilidad de algunos cultivos que ya venían presentando problemas por la alta oferta.
“Los espárragos, cítricos, granadas y arándanos son algunos de los cultivos que más redujeron sus márgenes de rentabilidad y no han podido soportar el incremento del costo laboral. Adicionalmente, sus precios también han venido reduciéndose por la alta producción local”, dijo a Gestión.pe.
En tanto, anotó que las empresas que vienen generando mayores ganancias son aquellas asociadas con los beneficios a la salud en pandemia, como el kion.
Justamente, según el reciente informe Fresh Report 2021 del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el espárrago, el sexto producto más importante de la canasta agroexportadora peruana, alcanzó envíos por 170,766 toneladas (US$ 527 millones). Si se compara con el año anterior, sin embargo, las exportaciones mostraron una caída de 2% en volumen y de 1% en valor.
En el caso de los cítricos, Sergio del Castillo, gerente de ProCitrus, señaló que los productores han comenzado a migrar a variedades de mandarinas y naranjas más rentables, dejando atrás la satsuma y otras de baja rentabilidad. Asimismo, indicó que incluyendo el alza del flete internacional, la rentabilidad se hace más estrecha por lo que habría menos incentivo para exportar.
“De todas las empresas dedicadas al cultivo y exportación de cítricos solo el 20%, que son las formales, se acogieron a la nueva ley. El resto, que opera en la informalidad no está siendo fiscalizada. La nueva norma incrementó el costo de operación sin mejorar la productividad y ha puesto en espera todas las nuevas inversiones, no hay ningún pedido de nuevas plantas en los viveros”, refirió.
Una tendencia negativa también se reflejó en el caso del banano. En la última campaña se registraron envíos de 216,890 toneladas por US$ 152 millones, una contracción de 3% en volumen y 1% en valor, debido al impacto que tuvo sobre la mano de obra la pandemia.
El contraste es el kion. La raíz obtuvo un crecimiento en sus exportaciones de 126% en volumen y 169% en valor. “Este fue uno de los productos que se vio favorecido por el contexto, ya que tuvo espacio para proveer mercados que fueron desatendidos por otros países. El Perú se posicionó como el segundo proveedor más importante de jengibre en el mundo, desplazando a Tailandia”.
Más automatización
¿Cómo están mejorando su rentabilidad las agroexportadoras? Con nuevas máquinas para tecnificar y automatizar principalmente el proceso post cosecha, refiere Amaro.
Por su parte, Del Castillo agrega que aquellas empresas que no tenían previsto realizar este año inversiones para mejorar su automatización, “la nueva ley agraria empujó a que lo hagan lo más rápido posible”.
Ello en la práctica significa que al haberse incrementado el costo de la mano de obra en el sector agroexportador, tras las violentas protestas a fines del 2020 y la decisión del anterior Congreso de derogar la Ley de Promoción Agraria, las empresas han optado por la automatización lo que implicará la reducción de personal.
De acuerdo a la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), la importación de bienes de capital para la agroindustria alcanzó en octubre del 2021 los US$ 15.5 millones, una cifra ligeramente más alta que en setiembre, cuando totalizó US$ 13.7 millones.
Así, entre enero y octubre del año 2021, dicha inversión en bienes de capital como máquinas de limpieza para frutas, cosechadoras, repuestos de máquinas, alcanzó los US$ 158.3 millones cuando en el 2020, cerró con US$ 161.08 millones.
“Hay más empresas integrando más maquinas a sus procesos, eso ha pasado en el caso de los arándanos, también maquinaria para la post cosecha de palta y uva. En la pecana, por ejemplo, se tienen máquinas que sirven para la cosecha, de esta forma elevan su rentabilidad. También veremos este dinamismo este año, siempre que el actual gobierno disipe la incertidumbre en el clima de inversiones”, subrayó Amaro.
Si bien estos nuevos procesos no significaron una reducción de contratación de mano de obra en el 2021- más bien el empleo en la agroexportación es el que más sube, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)-, sí podría verse un impacto en los próximos tres años, según Agap.