Redacción Gestión

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Madrid (Reuters).- El Gobierno español indicó que con sus socios europeos la opción de una recapitalización directa de la banca española por parte de los fondos de la eurozona.

"Desde luego yo seguiré trabajando para conseguir la recapitalización directa de los bancos", dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados. Posteriormente, el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que la opción de la inyección directa se debatirá en las reuniones que celebran esta semana los líderes de la zona euro.

España acordó a principios de mes con sus socios europeos una línea de crédito de hasta 100,000 millones de euros para la banca española muy dañada por el estallido de la burbuja inmobiliaria que se canalizarían a través del estatal Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Sin embargo, los mercados internacionales se mostraron muy preocupados por el hecho de que la financiación tuviera que pasar por el FROB, en vez de canalizarse directamente a través de la banca, en un momento especialmente delicado para las arcas públicas del Estado debido al elevado déficit y la tendencia creciente de los costos de la deuda pública española.

España prevé cerrar el 2012 con un ratio deuda/PIB cercano al 79.8% y con la transferencia de la ayuda europea este ratio podría incrementarse en hasta 10 puntos porcentuales.

Ello ha llevado a diversos líderes políticos y organismos internacionales como el FMI a pedir que se inyecte el capital directamente en los bancos para romper el vínculo entre los problemas bancarios y la deuda soberana.

La cantidad solicitada por España a sus socios europeos podría ser menor en función del resultado detallado del examen que auditores independientes realizarán al sector. De hecho, los ejercicios de estrés realizados por las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman apuntaban a que las necesidades de recapitalización serán de hasta 62,000 millones de euros.

En la actualidad, las entidades financieras se encuentran en un proceso de reestructuración después de que el pinchazo del negocio del ladrillo dejara sus balances repletos de activos dañados.

El maltrecho estado de parte del sector financiero, junto con el elevado déficit de las comunidades autónomas, es el principal punto de preocupación de los mercados, que temen que España puede necesitar un rescate completo al estilo de Irlanda.

Con la prima de riesgo en torno a los 530 puntos básicos, las entidades financieras españolas tienen prácticamente cerrado el acceso a los mercados de financiación y dependen casi en exclusiva de las líneas de liquidez del Banco Central Europeo.