A nivel nacional, las intenciones de siembra para la campaña agrícola 2025/2026 alcanzan los 2,115,094 de hectáreas, de acuerdo con la información que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) compartió en una reciente conferencia.
La cifra representa una pretensión de 6.1% más alta que la registrada en la campaña anterior (2024/2025).
Aunque el panorama parece alentador, las expectativas no son tan buenas para todos los productos agrícolas: la quinua encabeza la lista de aquellos que atravesarían adversidades. ¿Cuáles, por ejemplo?
LEA TAMBIÉN: ¿Trabajadores tendrán que aportar el doble a la AFP?, esto plantea Habitat
El “ecosistema” de una siembra exitosa
César Santisteban, director general de Estadística, Seguimiento y Evaluación de Políticas del Midagri, resaltó el protagonismo de los resultados de la Encuesta Nacional de las Intenciones de Siembra (ENIS).
Al respecto, recordó que esta data es clave para una toma de decisiones informada de todos aquellos que participan en el sector. En detalle, saber qué cultivos sembrar y en qué cantidades fortalece una estrategia comercial y, sobre todo, lleva a buen recaudo la seguridad alimentaria.
Por ello, el experto precisó las variables que han permitido una investigación oportuna: la superficie de intención de siembra por cultivo (hectáreas), el mes de siembra, el tipo de riego, el rendimiento esperado y otros factores que influyen en la decisión; como el clima, el mercado y el acceso a créditos.
En esa línea, exhortó a la audiencia a no abandonar el trabajo colaborativo. Solo este camino permitirá mitigar el impacto de aquellos productos con expectativas de siembra adversas: cinco en total.
El trabajo colaborativo es la única manera de paliar las bajas expectativas de siembra. (Foto: Andina)
LEA TAMBIÉN: En medio de cambios dramáticos, ¿dólar repuntará en segundo semestre?: esto prevé Sura
Bajas intenciones de siembra en 5 productos
Elar Sifuentes, especialista en Estadística Agraria, especificó en qué cultivos se contempla una disminución de siembra; sobre todo, teniendo en cuenta la dinámica de las últimas cinco campañas agrícolas.
La quinua, la cebada grano, el trigo, el maíz amiláceo y la zanahoria encabezan la lista. En contraparte, los que figuran con una expectativa alta son el maíz amarillo duro, el arroz y los frijoles.
El escenario tiene una explicación geográfica: Puno, Amazonas, Junín y Loreto enfrentan un comportamiento desfavorable de los precios, un difícil acceso al mercado, la incidencia de plagas y el encarecimiento de la mano de obra.
Puntualmente, sobre la quinua, Sifuentes hizo hincapié en la baja de los precios, la menor demanda y la presencia de granizadas que afectan el cultivo.
Del otro lado se alzan las ventajas para Cajamarca, Ucayali, Lambayeque y San Martín. El éxito de las siembras y el desarrollo de los cultivos se ven influenciados por el inicio de del periodo de lluvias en la sierra y selva; y se suma, además, la disponibilidad de agua de riego en la costa y en los valles interandinos.
LEA TAMBIÉN: Del retail a los alimentos: las empresas de China que exploran su ingreso a Perú
Otros productos en el ranking
En el terreno positivo, aparte del maíz amarillo duro, el arroz y el frijol en grano, se ubican el páprika, la yuca, el maíz choclo, la papa, la arveja grano verde y la arveja grano seco.
En menor cantidad, pero aún en el lado conveniente, están el zapallo, el algodón, el ajo, la haba grano seco, la cebolla, el tomate, el ají y el olluco.
Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.
