La posibilidad de que Enel Distribución Perú y Enel X sean compradas por China Southern Power Grid International (CSGI), y de esa forma toda la distribución eléctrica en Lima y Callao pase a manos de un solo dueño (el gobierno de China), preocupa a diversos sectores.
El temor es que se genere un monopolio en la distribución de ese servicio en la capital, que sería difícil de regular por el Osinergmin, y que en el corto plazo podría afectar a los clientes libres (grandes empresas y también pymes) del mercado eléctrico, y a largo plazo a los usuarios regulados, según expertos.
Antecedentes de adquisiciones en el mercado eléctrico
La semana pasada se reveló que Enel Perú llegó a un acuerdo con CSGI para la venta del 83.15% de Enel Distribución Perú y el 100% de Enel X Perú, por US$2,900 millones, proceso de compra que ahora debe ser autorizado por el Indecopi y las autoridades chinas.
Hoy, Enel Distribución Perú tiene el 30.6% de la distribución eléctrica y abastece a los distritos limeños del centro, norte y la provincia constitucional del Callao.
En tanto, Luz del Sur, que opera en 29 distritos del sur de la ciudad y posee el 25.5% de ese mercado, es operado desde el 2019 por la empresa China Yangtze Power International Co., subsidiaria de China Three Gorges, tras la venta de esa empresa por Sempra Energy.
La noticia encendió las alertas para el gremio industrial, pues la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) consideró que (de concretarse la compra) significará una concentración en la distribución de la energía eléctrica en manos de la República Popular China.
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Ello, según la SNI, podría llevar a exponer a los consumidores a pagar precios excesivos por la energía eléctrica, debido a la ausencia de competencia.
A fin de intentar dilucidar qué tanto riesgo hay de que una fusión implícita de Enel Distribución Perú con Luz del Sur afecte el mercado, Gestión consultó con diversos especialistas, que coinciden en que, en efecto, puede haber impactos de corto y mediano plazo en los consumidores.
El ex viceministro de Energía, Luis Espinoza, explicó que si bien las dos compañías chinas antes mencionadas pueden tener distinto nombre y, en teoría, no existiría fusión entre ellas, la Ley de Concesiones Eléctricas determina que cuando ambas tienen un mismo controlador (en este caso el gobierno chino) se entiende que se están integrando.
Por ello, Indecopi debería realizar una evaluación de fusión de empresas, dijo. Hasta el momento, según la Dirección Nacional de Investigación y Promoción de la Libre Competencia de Indecopi, no ha recibido una solicitud de autorización para la compra de Enel.
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¿Por qué es necesario mantener la competencia en este caso?
El especialista advirtió que si un solo dueño de ambas empresas maneja el mercado en Lima, se rompería el esquema que permite una competencia entre operadores y facilita la regulación de tarifas eléctricas al Osinergmin.
Explicó que cuando se privatizó Electrolima se decidió dividir la distribución en la capital en dos concesiones, con el propósito de generar competencia entre operadores, con base en lo cual, Osinergmin hoy puede tomar de cada operador los costos más bajos y descartar los más onerosos.
Sobre la base de los costos más bajos, el regulador crea una empresa modelo eficiente, mediante la cual determina las tarifas de distribución eléctrica, que a su vez comprenden el 25% de la tarifa final (el resto la componen las tarifas en barra o de generación, y de transmisión), refirió.
En lo inmediato se podrían afectar clientes empresariales
Otra consecuencia es que de haber menor competencia, los precios de la energía (en el mercado spot o de corto plazo) se pueden incrementar, lo que afectaría en primera instancia a los clientes libres del mercado eléctrico, advirtió.
Actualmente, hay cerca de 3,000 clientes libres, que comprenden no solo grandes empresas, centros comerciales y mineras, sino también cada vez más mypes que negocian el precio de la energía directamente con distribuidoras o generadoras.
Además, Espinoza detalló que Luz del Sur, por ejemplo, registra una reducción en su mercado de clientes libres, que hoy comprenden solo el 2% de sus ventas de energía, mientras Enel mantiene un 27% de ventas a ese tipo de usuarios (ver gráfico).
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A su turno, el ex viceministro de Energía, Arturo Vásquez Cordano, señaló que Indecopi, bajo la Ley de Concentraciones Empresariales, que emitió recientemente, tiene que evaluar los impactos o daños que podría ocasionar una fusión con un mismo accionista.
“Ello, porque puedes tener a China Power Greed, o a China Yangtze Power, que son de propiedad estatal china, y se debe evaluar los potenciales daños que puede generar tal fusión”, apuntó y refirió que ahora hay una regulación más detallada en Indecopi para analizar qué puede suceder en el mercado.
“Si autorizara la compra (de Enel Distribución Perú), Indecopi puede poner algunas condiciones, o si determina que esto puede ser potencialmente perjudicial para los consumidores, también puede bloquear la fusión”, sostuvo.
Añadió que Indecopi debe determinar si una empresa con un mismo accionista puede ejercer algún tipo de poder de mercado, para determinar precios a clientes libres, o en otros mercados que no estén regulados.
La posición de Luz del Sur
No obstante, Mario Gonzales, gerente general de Luz del Sur, consideró que el temor (de la SNI) de que la compra de Enel por una firma china puede generar falta de competencia que llevaría a precios excesivos de la electricidad, no tiene sustento.
“Las tarifas eléctricas para el mercado regulado las fija Osinergmin; y el hecho de que una empresa de la nacionalidad que sea adquiera una empresa de distribución eléctrica, no significa que se vayan a aplicar incrementos excesivos”, aseveró.
Refirió que Osinergmin determina las tarifas de distribución cada cuatro años bajo un procedimiento público que registra ese organismo, y en el que se hace un análisis técnico detallado en los costos en que incurren las distribuidoras en un modelo eficiente.
Estado peruano podría negociar mejores tarifas a usuarios
Por su parte, el ex viceministro de Energía, Pedro Gamio, señaló que el Indecopi tiene que evaluar si en la compra que prevé realizar CSGI hay un riesgo de integración vertical (distribución y a su vez generación eléctrica), y si hay riesgo de abuso de posición de dominio.
En vista de que China es el principal socio comercial del Perú, resaltó que nuestro país necesita inversiones para su crecimiento sostenible, y en ese caso es importante saber negociar con ese país asiático.
Refirió que Alemania acaba de conseguir condiciones respetables en una negociación para una inversión china en un puerto del país europeo.
En esa línea, Gamio consideró que el Perú le podría requerir a China los mejores estándares sociales, ambientales, y que gradualmente la tarifa eléctrica se vaya reduciendo en favor de los consumidores, mediante el uso de tecnologías de generación renovables.
“El Perú está en su derecho de llegar a un acuerdo con China para que seamos tratados como un país emergente, y con las mejores condiciones posibles”, afirmó.
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