La cartera de créditos de las instituciones financieras acentuó su deterioro en medio de la contracción económica y un bajo dinamismo en el desembolso de préstamos.
Así, en 14 de las 54 instituciones que conforman el sistema financiero la morosidad de los créditos superó los dos dígitos, con índices de atrasos que van de 10.9% hasta incluso 57.6%, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
La mora en algunos casos es elevada por el mayor riesgo que asumen las microfinancieras al prestar y por el complicado escenario actual en el que confluyen crisis sanitaria y económica, refirió el presidente de la Federación de Cajas Municipales (Fepcmac), Fernando Ruiz Caro.
Senda
La senda alcista de ese indicador continuaría este año porque culminan los periodos de gracia de las reprogramaciones de créditos y los deudores tienen que volver a pagar las cuotas, proyectó. Analistas del sistema financiero indicaron que una morosidad mayor a 8% amerita una especial atención de la SBS.
El economista Juan José Marthans consideró que el sector retail (créditos de consumo y microcrédito) fue seriamente afectado, en parte porque las autoridades no idearon para este un programa como Reactiva Perú, lo que sí hizo, por ejemplo, Chile. “Se está sometiendo a un estrés extremo a algunas instituciones financieras que atienden a estos sectores”, dijo.
Dos medidas
Para evitar que este problema se agrave, Marthans sostuvo que hay que actuar rápido, básicamente con dos medidas: crear una nueva fase de Reactiva Perú o ampliar el periodo de gracia de este programa (que vence a partir de mayo), y que la SBS evalué si conviene flexibilizar las políticas de provisiones exigidas a las entidades financieras en cierto tipo de créditos, para que no haya restricción en los desembolsos que agrave las dificultades, ni un rebote en las tasas de interés.
Cinco cajas municipales, tres cajas rurales, dos bancos, e igual número de financieras y edpymes tienen mora mayor al 10% (ver tabla).
Dentro de este grupo, sin embargo, la mayoría tiene cubierto con provisiones un porcentaje de su cartera atrasada que es aceptable, y la mayor parte de esas instituciones tiene un índice de apalancamiento global (patrimonio/ activos o créditos ponderados por riesgo) que excede con cierta holgura el 10% requerido por la SBS.
Pérdidas
Empero, Ruiz Caro manifestó que estos indicadores no evitan que las entidades financieras sufran pérdidas.
Sostuvo que lo recomendable, en un escenario tradicional, es un índice de cobertura con provisiones de 80%, aunque en esta pandemia debería estar sobre el 120%.
La Superintendencia, en este contexto, monitorea constantemente la situación de cada institución de forma individual, aseveró.
“No es un problema a tratar como gremio porque hay muchas diferencias entre una y otra entidad; se debe evaluar de forma individual porque cada una tiene un plan de adecuación y gestión frente al covid-19”, afirmó.
Fusión
Según el ejecutivo, el reforzamiento patrimonial será uno de los requerimientos que se aplicará en casi todo el sistema financiero.
Sin embargo, es necesario que estas medidas estén dentro de las posibilidades de las instituciones pues no todas pueden actuar igual, refirió.
“Quizá sea necesaria una fusión o adquisición entre entidades más adelante si es que el tamaño de algunas no les permite operar con eficiencia”, acotó.
Marthans consideró que la SBS podría hacer ajustes a la norma para viabilizar el ingreso a las cajas de organismos financieros multilaterales o bancos extranjeros de primer nivel.