La crisis provocada por la escasez y alza de precios de los fertilizantes ha comenzado a impactar en la temporada agrícola 2021-2022, ya que en 13 de 24 regiones del país donde hay producción, hubo una reducción de los principales cultivos que producen.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), hace seguimiento a ocho de los principales cultivos de la presente campaña agrícola: arroz, papa, maíz amarillo duro, maíz amiláceo, maíz choclo, quinua, cebolla y frijol grano seco.
Los datos muestran que entre agosto y febrero, en las 13 regiones mencionadas disminuyeron las siembras, siendo los casos con mayores caídas Amazonas (-32.9%), Piura (-16.2%), Apurímac (-11.5%) y Áncash (-11.1%) (ver gráfico).
Según el Midagri, la evidencia acredita que, debido al alza de precios de los fertilizantes y su desabastecimiento, vienen siendo afectados gran parte de los productores a nivel nacional, encontrándose cada vez más limitada su capacidad de adquisición.
“Tal escenario, se agravará y se repetirá en la campaña agrícola 2022-2023, de no tomarse ninguna acción que atenúe el efecto nocivo del desabastecimiento e incremento de precios de los fertilizantes nitrogenados a nivel local”, refiere.
En respuesta, el Gobierno aprobó un decreto de urgencia autorizando la compra de 70,000 toneladas de urea por S/ 348 millones, que serán distribuidos entre los agricultores cuyas áreas de producción sean menores a 5 hectáreas.
Productos afectados
De acuerdo con el informe del Midagri, en la presente campaña agrícola hay un grupo de productos que han sido los más afectados, pues sus áreas de cultivo se han reducido, por los sobrecostos de los fertilizantes.
De los ocho productos mencionados, que representan el 30.9% del valor bruto de la producción (VBP) agrícola y el 69.5% del VBP de los cultivos transitorios, el arroz es el que tiene la mayor extensión de cultivo, pero en esta campaña hubo una reducción de 9%, respecto del promedio de los últimos cinco años.
Situación similar se observa con la producción de cebolla, cuya extensión cultivada ahora es menor en 14%, mientras que en el caso de frijol grano seco y el maíz amiláceo, el retroceso es de 12% y 5.7%, respectivamente.
Con estos resultados, el Midagri advierte que la “intención de siembra” se ha reducido para la próxima campaña agrícola que se inicia en el 2022, básicamente por la falta de acceso a los fertilizantes.
En el Perú, la campaña agrícola se prolonga entre agosto del 2022 y julio del 2023 y es precisamente en agosto en que debe iniciarse la fertilización de los suelos.
Problema externo
Además de la situación nacional, también preocupa el escenario internacional, pues los precios de los principales alimentos (trigo, maíz, soya, entre otros) están al alza desde el segundo semestre del 2020 y alcanzaron su máximo nivel histórico en febrero de este año. El incremento de costos de insumos y de transporte influye en este incremento.
Reducción. Entre los meses de enero y marzo de este año, la importación de urea fue de 15,300 toneladas, que es 84.3% menor que el volumen comprado en el mismo periodo del 2021. Se importaron 142,800 toneladas de sulfato de amonio ( 177% de crecimiento).
Arroz, papa y maíz amarillo dependen de fertilizantes
De acuerdo con estimaciones del Instituto de Innovación Agraria (INIA), solo tres cultivos: el arroz, la papa y el maíz amarillo duro, representan el 25% de la producción agrícola y dependen en gran medida de los fertilizantes nitrogenados.
Las estimaciones del INIA muestran que el cultivo de arroz cáscara realizado con un nivel de tecnología baja requiere de un promedio de seis sacos de urea por hectárea, mientras que el maíz amarillo duro y la papa, un promedio de cuatro sacos por hectárea.
“Es decir, estos productos demandan, en promedio, cinco millones de sacos de fertilizantes, los cuales se obtienen de la importación”, señala el documento del Midagri.