En los últimos 12 meses a mayo de 2024, el despacho nacional de cemento se contrajo en 5%, según la Asociación de Productores de Cemento (Asocem). En medio de ese escenario, Yura (Grupo Gloria) concentra sus esfuerzos en la optimización de costos y eficiencias, construyendo tasas de crecimiento el primer semestre en su zona de operación: el sur del Perú. De cara al futuro potencial de demanda, su gerente general, Juan Carlos Burga, detalla las inversiones e iniciativas de la compañía basada en Arequipa.
¿Cómo viene el negocio de Yura?
El 2023 fue un año atípico. Los primeros tres meses nos golpearon por convulsiones sociales, tuvimos menor cantidad en volumen que el 2022, pero con todo el esfuerzo y la estrategia de optimización de costos estuvimos en márgenes mejores que 2022.
Ahora, ¿cómo han cerrado este primer semestre de 2024?
Hemos tenido un incremento de entre 5% y 6% en ventas totales (valor) por una optimización de costos que viene del 2023. Además, ya hemos logrado la meta de la hoja de ruta en Perú en cemento, de llegar a 520 kg de Co2 por tonelada de cemento (Yura tiene 486 kg) y seremos la primera cementera del Perú que se autoabastece con energía renovable.
Vamos a tener una planta fotovoltaica, ya está en construcción, de 31 MW. Además, somos líderes en los cementos adicionados, tenemos el mayor consumo de minerales naturales (puzolana) en reemplazo del clinker.
En medio de este repunte de ventas, ¿qué iniciativas están desplegando?
Estamos haciendo la nueva presentación (empaques) de nuestros productos para que nuestros clientes sepan reconocer cualidades y propiedades de nuestro cemento, basado en la durabilidad y resistencia a sulfatos. Hoy tenemos cuatro tipos de cemento.
En ese portafolio, ¿vendrán optimizaciones?
Tenemos un laboratorio donde desarrollamos nuestras formulaciones y estamos a la vanguardia de poder desarrollar adiciones naturales, a la par con el desarrollo sostenible.
Al cierre del 2024, ¿esperan sostener el ritmo de crecimiento?
SÍ, claro. Tenemos toda la capacidad para suplir todas las necesidades de nuestros clientes, en el corto y mediano plazo. Tenemos planes de ampliaciones que están en constante evaluación que nos permiten avanzar con pies de plomo.
En este año, ¿qué segmentos serán claves en la demanda?
En el sector público no hemos tenido el impacto que hubiéramos querido tener y eso depende del desarrollo y performance de gobierno locales y regionales. Por el lado de autoconstrucción, se ha mantenido y es un pilar que se sigue moviendo, no a los niveles que desearíamos, pero creemos que eso seguirá mejorando de acuerdo a cómo vaya mejorando la economía del país. Tía María creo que ya tiene un derrotero por donde seguirá, va a impulsar de todas maneras la economía local en el sur.
A partir de la reactivación de proyectos privados, ¿crece la necesidad de ampliar capacidad?
Estamos preparados para posibles aumentos de capacidad de planta, pero en forma planificada.
¿Una decisión de inversión se vería este año o el siguiente?
Estamos abiertos a hacerlo en cualquier momento, estamos en constante evaluación para responder rápidamente. Nos basamos en dos pilares muy claros: la humildad y pasión por el trabajo.
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Inversión en nuevas energías
Por lo pronto, ¿la inversión más tangible es la planta fotovoltaica?
Tenemos este proyecto de 31 MW de potencia que nos permitirá bajar nuestra huella de carbono, porque usaremos menos energía que viene del sistema, que usa 50% de combustible fósil. Tendré energía renovable directamente (para la fábrica de cemento) con costos más controlados y tenemos otros proyectos.
¿Cuáles son?
Principalmente abocados a bajar nuestro consumo de combustible fósil como carbón. Tenemos proyectos menores que estamos desarrollando para consumir los famosos NFU (neumáticos fuera de uso) y comenzaremos a hacer las pruebas en los hornos en octubre o noviembre. También el consumo de CDR (combustibles derivados de residuos), estamos preparando todo para hacer las pruebas y bajar nuestro consumo de carbón. También estamos desarrollando el proyecto de hidrogeno verde.
¿De qué manera?
El hidrogeno verde debe tener una fuente de generación renovable y nosotros ya tendremos la planta solar, así puedo garantizar la generación de hidrógeno verde (para autoconsumo), es un catalizador para nuestros hornos. Yura seguirá siendo líder en desarrollo sostenible de la industria de cemento en Perú.
Para activar ese proyecto de hidrógeno verde, ¿cuándo operará la planta solar?
Esperemos que entre febrero y marzo a más tardar, con una inversión de entre US$20 millones a US$22 millones de dólares. La iniciativa de hidrógeno verde ya está en proyecto, es pequeño, generaremos una pequeña cantidad para que llegue directamente a los hornos para que la flama sea más estable, bajando el consumo de carbón.
¿El 2025 ya empezarían usarlo?
Si, totalmente, es un proyecto chico, compacto.
En las operaciones cementeras del Grupo Gloria en el exterior, ¿también se harán este tipo de proyectos?
En eso estamos, cada operación tiene su hoja de ruta, dependiendo dónde se encuentre. Soboce (Bolivia) consume gas natural. En Ecuador, se está evaluando el uso de otras fuentes alternativas y cogeneración.
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Las operaciones internacionales
A propósito de Ecuador y Bolivia, ¿cómo vienen estas operaciones internacionales?
En general, la región atraviesa por un periodo de coyuntura en el cual su tasa de crecimiento es baja. Eso irá mejorando de acuerdo a cómo mejore la economía en la región. Chile está golpeado (la empresa exporta a ese país).
¿Bolivia y Ecuador muestran bajas tasas de crecimiento?
Están creciendo, pero en un rango conservador, no es el boyante de 6 a 10%, que eran años atípicos. En términos globales, en el hemisferio norte tienes tres veces más consumo de cemento que en el sur, y eso quiere decir que la perspectiva de largo plazo es mejor en el sur porque hay deficiencia de infraestructura y vivienda.
En Chile, ¿hay perspectiva de recuperación?
Creo que Chile va a aumentar su demanda. Ahora tiene un problema interno y cuando no hay inversiones públicas y privadas, el consumo cae.
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Presupuesto
¿Cuál será la inversión de Yura al cierre de 2024?
Entre US$50 millones y US$80 millones, dependiendo de las inversiones que tengamos, más que todo son por mantener la funcionalidad de la planta, inversiones en aumento de capacidad, en este caso de tecnologías renovables.
¿El 2025 sería algo similar en inversiones?
Sí, creo que vamos a mantener esa política de inversiones. Tenemos que estar a la vanguardia y liderar la sostenibilidad, con inversiones muy enfocadas en mantenimiento de la operación y optimizaciones. Posiblemente, vamos a evaluar si podemos ampliar o no (la planta solar). No perdamos de vista que el costo de la energía en los próximos años va a ir subiendo.
En tecnologías, ¿qué iniciativas tienen?
Estamos en la industria 4.0, en Yura ya estamos en la era del cemento 4.0, que incluye unir todas nuestras operaciones: cantera, operación, distribución, comercialización y cerrar todo con el feedback de nuestros clientes, a través de la digitalización.
¿Ven oportunidades nuevas de crecimiento inorgánico?
Siempre estamos abiertos y evaluando la manera más profesional (de crecer inorgánicamente). Si hay alguna posibilidad y si es (importante), el grupo la captura.
Hoy mismo, ¿evalúan alguna operación de ese tipo?
Siempre, en el rubro cementero nacional e internacional.
A largo plazo, ¿qué factores de demanda visualizan?
Tanto el sector público como privado son catalizadores. Si el sector público invierte, genera un clúster económico en donde habrá mayor flujo de dinero para las familias y trabajadores y con ellos habrá inversión en activos para ellos como son la construcción de viviendas, etc.
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Bachiller en Comunicación Social (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Trabajé en radio y prensa escrita y, desde el 2013, soy redactor de la sección de Negocios del Diario Gestión.
