
Minera Yanacocha, propiedad de la estadounidense Newmont anunció en febrero una nueva postergación a la decisión de inicio de inversión en el proyecto de oro y cobre Yanacocha Sulfuros (Cajamarca) de US$2,500 millones, tras evaluar “cuidadosamente las oportunidades en su sólida cartera de proyectos”. Mientras se toma la decisión, la empresa minera ve otras posibilidades de inyección de capital, esta vez enfocada en nueva tecnología para optimizar la recuperación de oro.
Así, la compañía minera anunció una inversión de US$ 15 millones como parte de su Sexto Informe Técnico Sustentatorio (ITS), que ha sido presentado ante el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) y que contempla la segunda modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) del proyecto de explotación Yanacocha (Cajamarca).
No es la primera vez que dicho proyecto queda en espera. En junio de 2023, la compañía -operadora de la actual mina de oro Yanacocha en Cajamarca- aplazó su ejecución y señaló que la decisión final se tomaría en dos años. Previamente, había indicado que la evaluación se realizaría en 2024.
La iniciativa, en concreto, busca optimizar sus procesos extractivos, orientadas a mejorar el proceso de lixiviación de oro y mejorar el manejo ambiental de aguas residuales, además de fortalecer la seguridad en sus operaciones.
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Uno de los principales cambios propuestos es la optimización del sistema de riego en las pilas de lixiviación La Quinua y Carachugo, mediante la implementación del sistema Injection Leaching, una técnica que permite inyectar directamente la solución lixiviante en el mineral para maximizar la recuperación del oro remanente.
En La Quinua, se reducirá el espaciamiento mínimo entre pozos de 35 a 30 metros, con el fin de mejorar la eficiencia del proceso en zonas de difícil acceso, afectadas por la acumulación de material fino. En Carachugo, el sistema se extenderá a las etapas 10 y 14, complementando así las etapas ya operativas.
Por otro lado, Yanacocha propone una actualización integral del Sistema de Manejo de Aguas (SIMA). En total, se plantea habilitar sistemas de drenaje, subdrenaje, captación y transporte de efluentes en al menos diez depósitos de suelo orgánico, topsoil y desmontes. Estos sistemas buscan garantizar la calidad de los efluentes y su correcto tratamiento dentro del SIMA, reforzando así el control ambiental de la operación.
Igualmente, se propone la instalación de una tubería adicional para interconectar las pozas de lixiviación de Carachugo, facilitando el manejo de soluciones en eventos de contingencia como lluvias extremas o mantenimiento operativo.
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Reubicaciones en marcha
Adicionalmente, la empresa tiene previsto reubicar la estación de monitoreo de calidad de aire (CACHQ), debido a la limitada accesibilidad de su ubicación actual y a situaciones de conflicto social en la zona. La nueva localización garantizará la continuidad del monitoreo ambiental sin interrupciones.
Según el ITS, el acceso al sitio actual presenta dificultades, a lo que se añade que se han reportado incidentes de hurto de equipos durante las actividades de monitoreo.
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Cabe destacar que estas modificaciones no implican una ampliación de la capacidad productiva, sino que buscan optimizar la eficiencia operativa y fortalecer la gestión ambiental, conforme a la normativa vigente del Ministerio de Energía y Minas (Minem), reiteró la empresa. Asimismo, no se contemplan cambios en el cronograma general de la Unidad Minera Yanacocha.