“Debemos hacer más” contra la desinformación en países considerados “en riesgo”, admitió el vicepresidente de Facebook, Nick Clegg, tras la tormenta desencadenada por una serie de revelaciones que indican que la compañía no está dedicando suficientes recursos para contener este problema.
Los “Facebook Papers”, miles de documentos internos revelados por la exempleada Frances Haugen, pusieron en evidencia que alrededor del 87% del presupuesto de Facebook destinado a combatir la desinformación se concentra en Estados Unidos, a pesar de que la gran mayoría de sus usuarios se encuentran en otros lugares.
Si bien admitió ante la audiencia del Web Summit en Lisboa que surgieron “problemas legítimos” después de los “Facebook Papers”, Clegg insistió también en que la empresa había dedicado “recursos importantes” a mejorar la situación.
“Ahora tenemos moderación de contenido en más de 70 países y agregamos más constantemente”, declaró en una intervención por videoconferencia, y agregó que este año fueron contratados moderadores en 12 nuevos idiomas, incluido el creol haitiano.
“Hemos aprendido claramente algunas lecciones bastante duras de lo que sucedió en Birmania”, agregó en referencia a la utilización que se hizo de Facebook para alentar la violencia étnica en el país.
El papel de Facebook en la difusión en India de imágenes y comentarios de odio destinados a exacerbar los conflictos entre comunidades también fue revelado a través de la divulgación de documentos internos por algunos medios de comunicación estadounidenses.
Esta actitud coincide con las denuncias hechas por Frances Haugen según las cuales Facebook conoce y estudia los problemas pero escoge, en gran medida, ignorarlos o no dedicar recursos suficientes para contenerlos.
Encabezando la programación inaugural del evento digital en Lisboa, Haugen instó el lunes a Facebook a invertir en “seguridad” antes que en el “metaverso”, la nueva prioridad estratégica del grupo, cuyo nuevo nombre es Meta.