Los primeros meses del año han sido complejos para el sector automotriz. Por un lado, el segmento de autos livianos ha visto una recuperación en las ventas, apalancado en camionetas y SUV, mientras que los vehículos pesados han tenido un decrecimiento importante, según cifras de la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Las SUV y camionetas tuvieron una caída de -1.2% durante el mes de abril. Sin embargo, para Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadística de la AAP, este descenso en ventas es puntual y no significaría una tendencia.
“Si bien los problemas en la cadena global de suministros se han ido atenuando, todavía persisten algunas dificultades. Por ende, puede haber meses donde la importación de ciertas unidades puede no darse. Es un tema estrictamente de oferta”, explica.
Más allá de la caída del mes de abril, en el acumulado del año, las pickups, las camionetas y las SUV muestran un crecimiento y han ganado una participación importante en el mercado de vehículos livianos no solo en el Perú, sino también a nivel regional, según el experto.
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Jaime Obreros, gerente de Marketing de Nissan Perú, sostiene que las SUV son el segmento que más crece a nivel global. “Dentro de las SUV, el principal subsector lo componen las medianas, que crece año a año y que hoy probablemente sea el más grande en el mercado peruano, por encima del 22% en la industria”, detalla el directivo.
Asimismo, Obreros coincide en que el crecimiento del mercado peruano en los primeros cuatro meses del año se ha apoyado principalmente en las SUVs, un segmento que pesa un 40% en la industria automotriz.
“En los primeros cuatro meses del año tenemos un aumento acumulado de 9.5% y eso, de alguna manera, responde a que todavía tenemos el impulso del consumo privado”, expresa el ejecutivo.
Si bien ha sido un buen inicio de año, ambos especialistas señalan que este podría atenuarse durante el año. “Esto se debería a la inflación. Sin embargo, creemos que sí habrá crecimiento año contra año y podría ser de al menos 5% para los vehículos livianos”, dice Obreros.
De otro lado, Morisaki indica: “Nosotros proyectamos que al cierre del año el segmento de livianos va a crecer, pero será quizás muy cerca a lo del año pasado, que fue 1.7%”.
El representante de AAP agrega que la entrada de nuevas marcas al mercado peruano dan la posibilidad a mejores ofertas para los compradores. “Más marcas de origen chino están ingresando y estos vehículos ya tienen una participación de cerca del 27% y, en SUV, está por encima del 40%”, indica.
No obstante, así se trate de compañías de origen chino, japonés o coreano, Morisaki argumenta que el comprador peruano toma en cuenta diversos factores, siendo uno de ellos el tener detrás un gran concesionario que les de confianza y respaldo en cuanto a mantenimiento, repuestos y accesorios. También le dan importancia al rendimiento y uso del combustible.
Pesados
En cuanto a los vehículos pesados, la situación es complicada, dado que la compra de estas unidades están relacionadas con la inversión privada. “El año pasado este indicador cayó 0.7% y estos primeros meses se ha ido al tacho por los problemas políticos, sociales y climatológicos”, resume el vocero de la AAP.
En ese sentido, las expectativas empresariales se mantienen con poco optimismo para lo que resta del año, teniendo en cuenta que este 2023 la inversión privada tendría una caída entre 2% y 3% en el peor de los casos.
“No hay inversión minera ni proyectos de envergadura que lleven hacia arriba la inversión privada, algo de lo que depende un segmento como el de camiones, por ejemplo”
En relación con los buses, la demanda de estos proviene principalmente del sector turismo y del de transporte urbano, los cuales tampoco han tenido un inicio de año positivo.
“El turismo es la actividad que más atrás venía en su proceso de recuperación económica. Hasta diciembre del año pasado, el segmento de buses estaba creciendo, pero a partir de diciembre hasta ahora no ha podido recuperarse”, comenta Morisaki.
En el caso del transporte, el vocero señala que muchas de las empresas de este rubro se encuentran quebradas y sin opciones de financiamiento. Por ende, Morisaki ve difícil que la situación de los vehículos pesados mejore este año.