Decidida a ser una marca 100% de autos eléctricos el 2030, Mini inicia su recorrido hacia ese objetivo también en el Perú. La automotriz de origen británico introdujo su hatchback de tres puertas eléctrico, en una ruta sin vuelta atrás y que busca esquivar la falta de cargadores públicos.
Ricardo Humphrey, director de Mini Latam, señaló que el 2023 será un año de transición en el que algunos modelos a combustión interna se despedirán para dar paso a la nueva tecnología. Así, apunta a que el 2025 el 30% de las ventas ya provenga de unidades eléctricas.
Si bien reconoció que cada mercado en el mundo avanza a una velocidad distinta y la adopción de la electromovilidad es paulatina particularmente en América Latina, afirmó que los esfuerzos en cada plaza apuntan al mismo objetivo.
“Vamos con la ventaja de ser una marca del segmento premium, de nicho. Esto nos permite tener una participación más grande de vehículos eléctricos que una marca de volumen”, comentó a Gestión.
Confirmó que en 18 meses llegará un crossover (similar a una SUV) también eléctrico, al cual se sumarán más modelos. Sin embargo, precisó que seguirán comercializando unidades a combustión interna por varios años más.
“No podemos negar lo que el mercado demanda, que son vehículos a combustión en los próximos 10 años. La idea es que su participación en el portafolio sea cada vez menor”, anotó.
Cargadores en casa
Hasta octubre último, la Asociación de Emprendedores para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive) reportó que los cargadores para estas unidades a nivel local apenas llegan a 54. De ellos, solo cuatro son de carga rápida (1 a 2,5 horas).
Frente a esta situación, Humphrey reconoció que este número irá creciendo con el esfuerzo de distintas marcas y proveedores. Sin embargo, Mini apuesta desde el inicio por la carga de vehículos en el hogar, con equipos provistos por la propia empresa.
“El 90% o 95% de la carga que tendría que realizar el cliente debería ser en el hogar”, sostuvo, tras afirmar que este mecanismo está ayudando a acelerar la transición de la electromovilidad en el mundo.
Consultado por las horas requeridas para la carga total del vehículo en casa, el ejecutivo aseguró que dos horas y media o tres dan “suficiente batería” para el requerimiento diario de transporte. Además, explicó que la evolución de la tecnología cada vez permitirá cargar el auto en casa en menos tiempo.
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Problemas de stock y espera de hasta tres meses
Sobre la recuperación de los volúmenes de venta a niveles prepandemia, Humphrey admitió que la marca todavía no llega a esa meta en América Latina y Perú. Y es que, para el segmento de premium, la escasez de microprocesadores para la fabricación de vehículos sigue siendo un factor crítico para elevar las colocaciones.
“Hemos sufrido no solo nosotros como Mini. Hoy los resultados están más ligados a la disponibilidad y logística que a la demanda real”, sostuvo, tras recordar que los vehículos premium requieren más componentes electrónicos que los modelos masivos.
Sin embargo, destacó que los mercados importadores de la región, incluyendo Perú, ya están cerca de regresar a las ventas del 2019. En el 2023, esperó que la producción se regularice y permita recuperar el volumen de colocación. Para la marca, Perú está entre los tres primeros países importadores de América Latina.
En el acumulado de enero a septiembre del 2022, Mini colocó 96 unidades en Perú, ubicándose así como la sexta marca del segmento premium, que es integrado por 17 competidores en el mercado nacional. En el referido periodo, sus ventas caen 23.8% frente al 2021, según la AAP.
Mercado de vehículos premium
El gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), Alberto Morisaki, afirmó que los problemas en las cadenas globales de suministros siguen afectando al sector automotor en general, dentro del cual se tiene al segmento de vehículos de lujo.
Explicó que en los primeros nueve meses del año el segmento de lujo registra 2,262 unidades comercializadas, cerca de 13% por debajo en comparación con igual periodo del 2021.
Además, recordó que variables como la confianza del consumidor llevarían a que algunas personas posterguen sus decisiones de compra, sobre todo, en dicho segmento de vehículos de alto costo.