La farmacéutica Moderna anunció que su vacuna contra el COVID-19 comenzó a ser producida por su socio Recipharm en una planta de Francia, tras haber recibido el visto bueno de los reguladores europeos.
“Estamos orgullosos de trabajar con Recipharm para construir capacidad de producción industrial en Francia en apoyo de la campaña de vacunación en Europa”, señaló en un comunicado el consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel.
Según la empresa estadounidense, las inversiones que ha llevado a cabo este año le permitirán doblar su capacidad de manufactura en Europa.
Moderna produce la mayor parte de sus vacunas en Estados Unidos, pero ya había anunciado acuerdos con la compañía suiza Lonza para apoyar la fabricación de su vacuna y trabaja con la empresa Catalent para el proceso final de manufactura en Estados Unidos y con la española Rovi y la sueca Recipharm fuera del país.
Su vacuna antiCOVID fue una de las primeras en ser aprobadas por los reguladores estadounidenses y europeos y es parte importante de las campañas de vacunación en varios países.
Esta semana, Moderna anunció que la vacuna produjo actividad neutralizadora contra variantes del coronavirus, entre ellas la delta, en un estudio de laboratorio todavía no revisado por pares.
Según un comunicado, la vacuna produjo títulos de anticuerpos contra todas las variantes sometidas a una prueba “in vitro”, entre ellas la beta, identificada en Sudáfrica; la delta, identificada en India, y otras identificadas en Nigeria, Uganda y Angola.