A casi la mitad del año académico, José Antonio Lizárraga Ortiz de Zevallos, director de la Dirección Universitaria de Administración y Finanzas de la Universidad de Lima, hace una pausa para contarle a Gestión sobre los planes que tiene el centro de estudios para los siguientes años.
De acuerdo con el directivo, la universidad tiene un máster plan de infraestructura que se puso en ejecución desde hace ocho años y que tiene una duración de 20 a 25 años. “Se hizo con la ayuda de Sasaki, una empresa americana con sede en Boston para saber cómo vamos a crecer y tener un norte. Entonces, eso implica tanto la mejora del campus actual como el desarrollo del campus futuro”, adelanta Lizárraga.
En ese sentido, el director de Administración y Finanzas destaca que el tiempo de la pandemia fue aprovechado para avanzar en la remodelación del campus actual, incluyendo, por ejemplo, la construcción del Centro de Bienestar Universitario, una edificación de uso exclusivo para los alumnos. Asimismo, se avanzó en implementar otro edificio con nuevas aulas y laboratorios para ingeniería, entre otros.
“Desde la pandemia hasta ahora se ha hecho una inversión de aproximadamente S/200 millones”, indica Lizárraga, quien agrega que la universidad tiene alrededor de 70,000 metros cuadrados de terreno.
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Hacia un nuevo campus
En el marco del referido máster plan de infraestructura, la Universidad de Lima ya planea la construcción de un nuevo campus a finales de este o comenzando el próximo año. Se trata de un área que estará unida al actual terreno, para lo cual se procedió a adquirir propiedades colindantes a la universidad. “El nuevo campus tendrá alrededor de 30,000 metros cuadrados adicionales, lo que nos lleva a tener más de 10 hectáreas”, dice el ejecutivo.
Lizárraga señala que esta nueva sede académica requerirá una inversión también de S/ 200 millones en los próximos dos a tres años. Los nuevos espacios de la Universidad de Lima serán no solo para el alumnado de pregrado (27,000 personas aproximadamente), sino también para los 1,500 estudiantes de posgrado, que tendrá una edificación exclusiva.
“Cabe decir que no es política la universidad crecer masivamente en alumnos. El nuevo campus será para los alumnos que se integren en el transcurso de los siguientes años y los que todavía están en estudio”, aclara Lizárraga, quien adelanta que se agregarán carreras en las áreas de ingeniería y tecnología con miras al 2025 y que el crecimiento en estudiantes sería de no más del 10%.
Asimismo, comenta que, en cuanto a posgrado, la meta para el 2024 es contar con tres maestrías en el área de negocios y dos doctorados en comunicación y ciencias políticas, los cuales se sumarían a las cinco maestrías que ya ofrece la universidad ahora. “La idea es que, con la nueva edificación, la convocatoria aumente, pero sin pasar la barrera de los 2,000 alumnos como máximo”, precisa.
Pensiones, costos y matrículas
De acuerdo con el directivo, entre el 2020 y el 2023 han tenido un crecimiento en matrículas de alrededor del 15%. Además, en cuanto a postulaciones, el incremento ha sido del 30%.
De otro lado, el directivo señala que durante la pandemia se optó por ofrecer facilidades financieras (descuentos) a los alumnos.
En el 2023, Lizárraga explica que las pensiones ya han vuelto a la normalidad, aunque con un ajuste al alza del 5% debido a la inflación económica. En dicha universidad, tienen cinco categorías de pensiones en pregrado.
En el caso de posgrado, cada maestría tiene una duración de 18 meses. La institución académica también tiene doctorados. “Sin duda, la competencia es muy fuerte, pero no nos va mal”.