El despegue de Helados Artika representa una historia de perseverancia.
El despegue de Helados Artika representa una historia de perseverancia.

es una marca de helados que ha logrado posicionarse en la memoria de los consumidores locales. Sus productos han formado parte de la infancia de muchos peruanos. En las afueras del colegio o entre las calles de Lima durante el caluroso verano, su tradicional color rojo identifica a los distribuidores de estos productos. Tras varios procesos de migración en el país, un juicio de un gigante de los helados y crisis económicas en más de 30 años, se ha ganado un espacio en el sector ¿Cómo lo logró?

Corría el año 1978, en el pueblo de Quillabamba, Cusco, cuando un grupo de cuatro hermanos conformados por Yolanda, Pedro, Francisco y José Mejía, decidió emprender un negocio familiar con lo mejor que sabían hacer: . El postre, que era el favorito de la familia, amigos y vecinos, también era la herencia culinaria que los patriarcas dejaron a los hermanos Mejía.

De esta forma, lo que inició siendo un hobby mediante la venta del postre aún sin nombre en las ferias de pueblos aledaños, se transformó con el pasar de los años en Alaska. La marca de helados fundada por los cuatro hermanos vio su despegue en 1992, cuando decidieron trasladarse a la Ciudad Blanca de Arequipa.

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El proceso de expansión

Con miras a expandir su público objetivo, la marca de helados migró de Arequipa a Huancayo y, poco tiempo después, llegó a la capital. Según cuenta Juan Heymer Mejía, jefe de la planta ubicada en Lima, su incursión en esta ciudad se dio solo con una máquina, diez vendedores y un pequeño carro para movilizarse.

Sin embargo, pese al difícil contexto originado por el fenómeno de “El Niño” de 1997-1998, el precio de S/ 0.50 llamó la atención del consumidor. En esa misma época, la marca -que se comercializaba bajo el nombre de Alaska- se enfrentó a un grave problema. Los hermanos Mejía no estaban enterados de que otra empresa parte de la industria, , ya había patentado el mismo nombre, por lo que se decidió optar por Artika ante la demanda de la referida firma.

Con el pasar de los años, Artika comenzó a ganar mayor popularidad entre los limeños, puesto que además de contar con un precio asequible en la mayoría de sus productos, sus particulares sabores como “ron con pasas” y “aguaje” lograron despertar el interés y generar fidelidad en el consumidor.

Planta de producción de los helados Artica.
FOTOS: HUGO PEREZ / EL COMERCIO
Planta de producción de los helados Artica. FOTOS: HUGO PEREZ / EL COMERCIO
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Artika empezó siendo un emprendimiento familiar y ha logrado convertirse en una marca querida en Lima Metropolitana, apalancada por una “publicidad de boca a boca”. En los últimos años, Artika ha comenzado a impulsar su presencia en las redes sociales, dando un nuevo paso en su comunicación con el consumidor.

Uno de los más grandes mensajes que deja Artika a los emprendedores, radica en una pequeña frase que Juan Heymer Mejía mencionó durante una entrevista hace algunos años: “Persistir, no desmayar, continuar con su objetivo y hacer las cosas bien desde un principio. Mantener la calidad de sus productos es vital para seguir creciendo”.

DATOS

- Lima representa el 70% de la venta de helados de Artika.

- De acuerdo con un estudio de , las ventas de helados en el canal retail tuvieron un incremento del 15% en el 2022 y llegaron a alcanzar los S/669 millones.

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