En el turismo receptivo es muy común que el viajero planee su visita a un país con meses de anticipación, a fin de asegurar su disponibilidad, hospedaje, tours, entre muchos otros aspectos que demanda este tipo de traslados. De este modo, aquellos extranjeros que llegan a nuestro país no son ajenos a esta dinámica, que implica también las reservas en agencias de viajes.
Sin embargo, en un contexto de conflicto social como el que se afronta, los planes cambian. Ricardo Acosta, presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit Perú), señaló que a la fecha, el turismo receptivo viene cancelando el 90% de sus reservas de paquetes, incluyendo periodos que ya alcanzan mayo próximo. Esta decisión de parte de los viajeros, surge a raíz de la prolongación de las protestas y hechos de violencia en diferentes puntos peruanos.
“El daño al turismo siempre es a corto y largo plazo, pues no es que hoy se terminan las manifestaciones y mañana tendremos turistas. El impacto sobre la imagen país es tremendo. No hace mucho estuve con colegas de otros países, en un evento, y todos lamentaban el contexto que vivimos”, sostuvo el portavoz, a la vez que precisó que por cada turista extranjero que no llega se pierden mínimo US$150 por día.
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Pero, el problema es mayor cuando estas protestas, además, involucran puntos claves e intensivos en turismo como es el caso de Arequipa, Puno y sobre todo Cusco por su maravilla mundial Machu Picchu. “Todos los que vienen al Perú tienen como destino principal el Cusco; los paquetes dependiendo del interés del cliente son Lima - Cusco- Arequipa; Lima - Cusco - Puno o Lima- Paracas-Nazca- Cusco”, añadió el representante.
No obstante, ¿es posible poder captar reservas en otros destinos como el norte del país? Acosta consideró que esto no ocurre, al menos, en el turismo receptivo que prefiere balnearios del tipo de Varadero, Riviera Maya o Punta Cana; en tanto, que el Perú se caracteriza más por una oferta cultural.
“Debemos preocuparnos mucho, pues mientras nosotros estamos sumidos en estas protestas, otros destinos con ofertas similares a la nuestra, pueden intensificar su promoción”, agregó el líder de Apavit, quien lamentó que las manifestaciones hayan frustrado fechas importantes como el de fin de año y, próximamente, incluso el de Semana Santa.
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Machu Picchu
El último sábado, Machu Picchu, que es el pueblo cusqueño de paso obligatorio para acceder a la ciudadela, inició un paro indefinido. A consecuencia, la empresa Perurail comunicó sobre la suspensión de operaciones de los trenes hasta este punto; mientras, que el Ministerio de Cultura restringió de manera indefinida el ingreso a la maravilla mundial y a la red de Caminos del Inca. Más recientemente, el aeropuerto Alejandro Velarde Astete, volvió a suspender sus actividades como medida preventiva ante posibles ataques como sucedió en la víspera.
Al respecto, Maycol Ugarte, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Machu Picchu, afirmó que más de 1,000 negocios, entre hoteles, restaurantes, bodegas y demás sectores, están dejando de atender, debido a la paralización de la actividad turística.
Recordó que esta zona vive por completo del flujo turístico, que actualmente no llega por todas las protestas que ocurren en las vías de acceso y también porque en el lugar se mantienen grupos de manifestantes.
“Los negocios están en riesgo de quiebra porque tienen obligaciones económicas, pero no hay ingresos. Así, lo que se anticipa es una quiebra masiva de comercios, sobre todo, porque son pequeños”, anotó el representante.
Ugarte resaltó que más de un 50% de los locales situados en la zona operan en condición de alquiler, por lo que tampoco descartó un posible abandono de los predios ante la continuidad de las manifestaciones.
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