Las calles del Cusco cuentan muchas historias. Desde la expansión del Imperio Incaico hasta la colonización española y los vaivenes de la vida contemporánea, los sucesos quedan marcados en la Ciudad Imperial. Andar por la Plaza de Armas, Plaza Regocijo, avenida El Sol y otras vías ahora inspira cierta tranquilidad, sensación que en enero y diciembre últimos parecía haberse perdido por las protestas tras el cambio de Gobierno. Ahora, los turistas de todo el mundo regresan tímidamente a redescubrir las maravillas de esta ciudad.
Así, la Sociedad Hoteles del Perú (SHP) destaca que visitantes de Europa y Estados Unidos vuelven al Cusco, a pesar de la permanencia de las alertas de algunos países. De esa manera, la ocupación de estos establecimientos ha pasado de solo 2% o 4% en enero, a 30% a 40% en mayo, en promedio.
En efecto, hoteles de lujo como el Palacio del Inka, instalado en una mansión de cinco siglos a pocos pasos del templo Coricancha, se acercaba al 30% de ocupación a fines de abril, aunque lo óptimo para este tipo de establecimientos es al menos 40%.
“Las reservas se fueron muy abajo en enero. Los turistas que regresaban de Machu Picchu (a la ciudad del Cusco) no la pasaron tan mal en realidad, pero la imagen que se proyectó al exterior con las protestas fue terrible”, comentó Renato Vásconez, gerente del Hotel Palacio del Inka, a Luxury Collection.
En esa situación, los turistas europeos y estadounidenses reorientaron sus reservas a Ecuador, Colombia y Chile, pero ahora las calles del Cusco también empiezan a verse transitadas por visitantes de destinos menos tradicionales. Entre ellos, brasileños, mexicanos y de otros países latinoamericanos.
De cara a la celebración del Inti Raymi, el ejecutivo confía en una mayor recuperación, sobre todo, por la tendencia de la reserva de “last minute”. “Antes (de la pandemia) se reservaba con un año de anticipación, ahora es mucho menos”, anotó, tras destacar las experiencias que los visitantes pueden vivir fuera y dentro de los hoteles.
En Palacio del Inka, los turistas reviven la historia de las familias cusqueñas que habitaron este hotel museo a través de las pinturas y objetos de época, aprenden a preparar pisco sour, participan en un ritual inca y otras actividades.
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El impulso de cruceros en el Valle Sagrado
A 53 kilómetros de la ciudad del Cusco, en Urubamba, en medio del Valle Sagrado, la hotelería también busca seguir recuperándose. En dicha provincia, Tambo del Inka Luxury Collection ya superó el 30% de ocupación, pero esta categoría de hoteles puede llegar al 80% o 100% en temporada alta.
En medio de esta situación, Daniel Ozzan acaba de asumir la gerencia general de este hotel de 128 habitaciones. Y si bien su prioridad inicial es afianzar el vínculo con los colaboradores, también es consciente del desafío económico.
“Las protestas en la ciudad del Cusco también impactaron en el Valle Sagrado. En abril, hemos hecho las ventas de todo el primer trimestre del 2023. Estamos con varias iniciativas para generar eficiencias y recuperar visitantes”, declaró a Gestión.
Así, las reservas en este hotel están siendo impulsadas por visitantes que llegan en cruceros, además de brasileños, peruanos y estadounidenses que ingresan a través de agencias. A la fecha, el turismo de familias, parejas y personas que arriban de manera directa (sin agencia) aún es limitado por las alertas internacionales.
Sin embargo, el ejecutivo confía en que las experiencias del hotel (visita a biohuerto, circuito termal, caminatas por el río y otras), y las sinergias con Palacio del Inka (ambos operados por Intursa) sigan atrayendo a turistas, en su paso hacia Machu Picchu.
Proyecciones
De cara a la celebración del Inti Raymi, en junio próximo, Tibisay Monsalve, gerente general de SHP, reconoció que las expectativas por una mayor recuperación del turismo en Cusco son inciertas.
“En otros años, a la fecha ya estaban llenas las reservas hoteleras (para el Inti Raymi, ahora todo está tibio”, admitió.
Para Vásconez, dicha festividad puede afianzar el retorno de turistas, sobre todo, con reservas de “último minuto”. En tanto, Ozzan indicó que el impacto de esa celebración es menor en el Valle Sagrado y se concentra más en la ciudad del Cusco.
Sin embargo, ambos coincidieron en que la recuperación de las reservas, tarifas y flujo de turistas en el Cusco ya no llegaría el 2023, sino el 2024. No obstante, confían en el potencial de la Ciudad Imperial para atraer visitantes ansiosos por conocer o redescubrir sus maravillas.
CLAVES
Empleo. El 27% de la población económicamente activa (PEA) en Cusco trabaja en actividades de turismo.
Economía. Turismo aporta 14% del PBI regional en el Cusco.
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