
Desde que inició operaciones en 2019, la mina Isabelita, operada por Summa Gold en Huamachuco (La Libertad), se ha consolidado como uno de los yacimientos más representativos de la mediana minería aurífera en el país. Con un modelo de gestión orientado a la eficiencia operativa y al trabajo conjunto con la comunidad, la operación ha logrado estabilidad productiva y marcado distancia de la minería ilegal que afecta a la región. Actualmente, la compañía evalúa la adquisición de nuevos proyectos de oro y plata con el objetivo de extender su vida operativa más allá de 2037, cuando se prevé que su mina principal agote su producción.
En el marco del Perumin 37, Jaime Polar, gerente general de Summa Gold, comentó a Gestión que -al cierre de junio- la compañía alcanzó una producción de 42,000 onzas de oro, cifra que representa más del 50% de la meta anual.
“Para diciembre estimamos llegar a entre 81,000 y 82,000 onzas, en línea con las proyecciones establecidas a inicios de año”, indicó.
En cuanto a las labores en la mina, el directivo precisó que actualmente están concentrados en proyectos de sostenimiento. “Esto incluye la ampliación de la línea de la planta N.º 2, la construcción de una nueva planta de tratamiento de aguas y diversas inversiones en infraestructura minera, como botaderos y pads de lixiviación. Todos estos proyectos avanzan de manera positiva y, en conjunto, representan un capex cercano a US$25 millones”, subrayó.
Al referirse al entorno de la operación, Polar señaló que desde el inicio de operaciones se basaron en un modelo con dos pilares: empleo directo de mano de obra local y fomento de pequeños empresarios de la zona, lo que ha fortalecido el tejido económico y la relación con la comunidad.
En paralelo, la empresa ha adquirido terrenos donde operaba la minería ilegal, como las 60 hectáreas de Bosque Polo, último gran foco informal en la zona, recuperado este año con apoyo de la Policía y la Fiscalía. Además, remarcó que la producción es 100% propia y sin compras a terceros, lo que ha evitado el ingreso de operadores externos.
“Aunque La Libertad enfrenta convulsión social por la minería ilegal, en Huamachuco y en nuestra operación se respira un clima de tranquilidad, lo que confirma la solidez de nuestro modelo”, remarcó.

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Crecimiento inorgánico: los planes más allá de 2037
Con el horizonte de operar la mina Isabelita hasta 2037, la minera peruana Summa Gold ya ha comenzado a planificar nuevas iniciativas que le permitan asegurar al menos dos décadas adicionales de operaciones tras el cierre de su actual yacimiento.
En esa línea, la empresa concretó este año la compra de un proyecto de exploración en Ayacucho, donde hace apenas un mes concluyó la primera campaña de perforación.
“Hemos confirmado las reservas y recursos del yacimiento. El siguiente paso es avanzar en la ingeniería del proyecto y, en paralelo, gestionar los permisos correspondientes. La buena noticia es que ya contamos con un depósito confirmado; ahora lo que sigue es desarrollar la ingeniería para luego iniciar la construcción”, explicó Polar.
Aunque precisó que aún no se ha definido un capital de inversión exacto, debido a que la fase de ingeniería está en etapa inicial, el ejecutivo estima un desembolso de entre US$60 millones y US$70 millones. Este proyecto, en su fase inicial, tendría una vida útil de aproximadamente cinco años.
“Eso responde únicamente a la primera campaña de perforación. Tenemos prevista una segunda fase de perforación y exploración en las áreas aledañas, lo que podría ampliar significativamente la vida del yacimiento. Los resultados los conoceremos en los próximos meses”, añadió.

Consultado sobre otras alternativas de crecimiento inorgánico, el directivo reveló que la empresa ha cerrado un acuerdo de compra por un nuevo proyecto en la zona central del país y negocia otro en Puno, que esperan concretar antes de fin de año. Ambos yacimientos, de oro y plata, se sumarán al portafolio de proyectos con el propósito de reemplazar gradualmente la operación actual.
“Con estos tres proyectos —incluido el de Ayacucho— nos proyectamos a tener al menos 20 años adicionales de operaciones más allá de 2037”, subrayó.
Respecto a las iniciativas de exploración greenfield, Polar explicó que la compañía ha decidido dar prioridad a proyectos maduros, al considerarlos la vía más eficiente de crecimiento inorgánico. “No obstante, seguimos desarrollando proyectos greenfield, aunque con menor intensidad frente a las adquisiciones actuales”, puntualizó.
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Avances en la extensión de Isabelita
En relación con el proyecto de extensión de vida de la mina Isabelita hasta 2037, el directivo explicó que la primera fase se ha enfocado en culminar la perforación pendiente. Este trabajo permitió mejorar el conocimiento de los recursos y confirmar reservas suficientes para sostener la operación durante ese período.
“También rediseñamos el perfil del tajo, ajustando el ángulo del open pit, lo que nos aportó un volumen significativo de reservas adicionales. Al mismo tiempo, estamos desarrollando perforaciones en áreas adyacentes que podrían incrementar aún más los recursos. Naturalmente, todo esto requiere de los permisos ambientales correspondientes. Pero hoy podemos afirmar que la operación está garantizada hasta 2037”, puntualizó.
El ejecutivo añadió que, desde el diseño original, la compañía decidió priorizar la predictibilidad y reducir la variabilidad. Bajo este esquema, la producción se mantendrá en torno a 80,000 onzas anuales de oro hasta los años 2032-2033, para luego descender de manera gradual hasta el cierre proyectado en 2037.
En cuanto a los avances tecnológicos y de sostenibilidad de operación minera, Polar detalló que actualmente se está renovando la flota de equipos. “Hemos incorporado camiones de mayor capacidad que optimizan el consumo de combustible y, en una segunda etapa, avanzaremos hacia unidades híbridas y eléctricas. Esto nos prepara para introducir, en el futuro, sistemas de transporte autónomo”, adelantó.
De forma paralela, la compañía está desplegando su propia red 5G/LTE para mejorar las comunicaciones en la operación y reforzando el sistema SCADA en planta, lo que permitirá automatizar prácticamente toda la producción de oro. Finalmente, el directivo subrayó que también se están implementando nuevas medidas de ciberseguridad, un aspecto cada vez más crítico para la minería moderna.

Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.