El mismo día que el nuevo director ejecutivo de Boeing Co., Kelly Ortberg, presenta los resultados trimestrales, trabajadores votarán si aceptan la última propuesta del fabricante de aviones para poner fin a una huelga de cinco semanas.
Boeing y el sindicato que representa a 33,000 trabajadores alcanzaron un nuevo acuerdo provisional que supone una subida salarial del 35% en cuatro años. Sería un aumento salarial sin precedentes.
Los trabajadores tendrán la última palabra con su votación del 23 de octubre, y la aprobación está lejos de ser segura. En setiembre rechazaron por abrumadora mayoría un acuerdo que contaba con la bendición de los líderes sindicales. Esta vez, los negociadores sindicales no respaldan la propuesta.
El resultado de la votación, que necesita una mayoría simple para ser aprobada, no se conocerá hasta última hora del día en Seattle, el principal centro de fabricación de Boeing. Eso significa que, tras la entrega de los resultados, inversionistas, empleados y ejecutivos no sabrán por horas si Boeing podrá reanudar operaciones, o si deberá continuar con una producción anémica y sus reducidas reservas de efectivo.
Esta vez, los inversionistas se muestran más optimistas. Las acciones suben un 4.5% en el premercado el lunes.
La huelga ha sido un enorme desafío para Ortberg, quien heredó varias crisis al asumir en agosto. Ya anunció un recorte de 10% del personal, y trabaja en levantar US$ 25,000 millones en financiamiento para estabilizar la empresa en los próximos tres años.
El fabricante corre el riesgo de perder el grado de inversión si la huelga se prolonga. Esto aumentaría sus costos financieros e impediría acceso al capital.
La crisis de confianza en Boeing ha llevado a una baja del 41% en sus acciones este año. La empresa además ha sido objeto de denuncias de prácticas abusivas como años de trabajo no autorizado y defectos. Alegan que la dirección dio prioridad a las metas de producción y ganancias por encima de la calidad y la buena mano de obra.
Boeing dará a conocer sus resultados antes de la apertura de los mercados en Estados Unidos el 23 de octubre. La empresa ya dio a conocer algunas métricas clave cuando anunció los recortes de empleo el 11 de octubre. Sus ingresos trimestrales no alcanzaron las estimaciones de los analistas. También anunció US$ 5,000 millones en cargos relacionados con diferentes programas.
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Propuesta “digna” de consideración
“Recibimos una propuesta negociada (...) digna de vuestra consideración”, publicó en la red X el sindicato, que representa a unos 33,000 trabajadores en huelga, señalando que será sometida a votación el miércoles 23 de octubre.
“Esperamos con impaciencia el voto de nuestros empleados sobre esta propuesta negociada”, respondió el sábado el fabricante de aviones a la AFP.
En este nuevo acuerdo, Boeing ofrece un aumento salarial del 35% en cuatro años.
Anteriormente había ofertado entre el 25% y el 30%, cuando el sindicato reclamaba un 40% de incremento.
Los trabajadores también presionaban para que se restableciera un plan de pensiones pagado tradicionalmente por el empleador, que Boeing retiró en 2014, pero no lo obtuvieron.
Estos planes de jubilación fueron durante décadas un elemento básico a nivel laboral en Estados Unidos, pero ahora son raros, ya que la responsabilidad de prepararse para la vejez ha pasado del empleador al empleado.
La huelga ha paralizado las dos principales fábricas del grupo desde el 13 de septiembre: la de Renton, que produce el 737, su avión más vendido, y la de Everett, que fabrica el 777, el 767 y varios aparatos militares.
A pesar de las negociaciones, que comenzaron en mayo y se llevan a cabo con mediadores federales desde septiembre, persisten profundas diferencias entre el sindicato de maquinistas de IAM en el área de Seattle y la dirección de Boeing sobre el próximo convenio colectivo.
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Medidas y consecuencias
En las últimas semanas, la compañía aérea anunció numerosas medidas para preservar y luego reponer su flujo de caja, lo que supondrá una reducción de alrededor del 10% de su plantilla total en los próximos meses.
A finales de 2023, el grupo empleaba a más de 170,000 personas en todo el mundo.
Entre los 17,000 puestos de trabajo que se perderán figuran ejecutivos, gerentes y operarios, según el director ejecutiva Kelly Ortberg, para quien la compañía debe “alinear su fuerza laboral con su realidad financiera”.
Boeing anunció igualmente US$ 5,000 millones en cargas antes de impuestos en sus cuentas del tercer trimestre, en parte debido a la huelga pero también al cese de la producción del 767 Freighter y a retrasos globales de producción.
Un grave incidente en un avión de Alaska Airlines en enero pasado llevó a la Administración Federal de Aviaciónb de Estados Unidoa a reforzar la supervisión de los procesos de producción de Boeing.
Según una estimación difundida el viernes por el Anderson Economic Group (AEG), las cinco semanas de huelga costaron un total de US$ 7,600 millones en pérdidas directas a la compañía, incluidos al menos US$ 4,350 millones para Boeing y US$ 1,770 millones para sus proveedores.
Boeing sostuvo igualmente que otra consecuencia de la huelga fue la postergación de la entrega de sus primeros aviones 777X, de 2025 a 2026.
Con información de Bloomberg y AFP
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