(Reuters).- , que afronta un escándalo contable de US$ 1,300 millones, afirmó que tiene planes de pedir una nueva línea de crédito de 300,000 yenes (US$ 2,490 millones) para fines de enero, con el objetivo de financiar una reestructuración a gran escala.

Toshiba posiblemente se aproximará a sus prestamistas para sellar el nuevo compromiso, indicó hoy un portavoz de la compañía. El reportó que la empresa probablemente solicitaría ayuda a bancos como Mizuho Bank y Sumitomo Mitsui Banking.

La decisión se produce después de que Toshiba consiguió en septiembre una línea de crédito de 400,000 millones de yenes, por lo que los nuevos fondos le brindarían un colchón más seguro, en momentos en que intenta recuperarse de un tras descubrirse que había estado inflando sus ganancias desde el 2009.

Recientemente, la agencia de calificación redujo la nota de la compañía al grado especulativo y la bolsa de Tokio colocó a los títulos de Toshiba bajo una categoría especial de "observación", a la espera de que mejore los controles internos.

Pero estas medidas han hecho difícil para el grupo japonés recaudar fondos a través de emisiones de deuda o de nuevas acciones.

Toshiba dijo la semana pasada que en el área de bienes de consumo electrónicos, lo que llevó el total de despidos a 10,000, incluyendo planes anunciados con anterioridad, en momentos en que el conglomerado busca enfocarse en sus negocios de microprocesadores y energía nuclear.