Una región insular famosa por su ubicación en la punta de Sudamérica busca diversificar su economía lejos de los combustibles fósiles para aprovechar la transición global de energía limpia.
La provincia argentina de Tierra del Fuego está tratando de atraer inversiones en hidrógeno o amonio, y su caso base apunta a un gasto de US$ 6,000 millones en parques eólicos y electrolizadores.
“Tierra del Fuego tiene el potencial con sus recursos para hacerlo”, dijo el gobernador Gustavo Melella el martes en una entrevista. Melella, un ex sacerdote salesiano que a mediados de la década de 2000 cambió de rumbo a la política, destacó los fuertes vientos patagónicos de la provincia y su atractiva geografía, ya que los productores de hidrógeno podían transportarse a través de los océanos Atlántico y Pacífico.
El Gobierno provincial completó recientemente un estudio de prefactibilidad y está trabajando en consideraciones ambientales e infraestructura para allanar el camino para proyectos de hidrógeno, en tanto que el combustible se considera crucial para reducir la dependencia del carbono de industrias pesadas como la de fabricación de acero. Algunas empresas también están apostando a que las pilas de combustible de hidrógeno serán una mejor opción que las baterías para impulsar camiones y barcos.
“Tenemos que estar listos para cuando llegue el cambio”, dijo Melella en las oficinas de la provincia en Buenos Aires. “Si no, cuando alguien quiera invertir en dos o tres años, no podrá hacerlo aquí, el momento habrá pasado”.
Hasta el momento, dos empresas internacionales han expresado interés en desarrollar hidrógeno en Tierra del Fuego, dijo Melella. Una es la francesa TotalEnergies SE, que ya produce allí gas natural. Las otras son la estadounidense MMEX Resources Corp. en colaboración con la alemana Siemens Energy AG.
Melella no permitirá la participación de inversionistas del Reino Unido porque la jurisdicción de Tierra del Fuego se extendería hasta las Islas Malvinas, un territorio británico de ultramar reclamado ferozmente por Argentina.
Tierra del Fuego necesita un nuevo puerto para poder importar aerogeneradores y exportar combustible. Para eso, los funcionarios confían en Mirgor SACIFIA, empresa radicada en la provincia que planea invertir US$200 millones para construir una nueva instalación.
El estudio de previabilidad señala que es difícil enviar hidrógeno líquido a largas distancias. Hasta que el mundo encuentre una solución, las plantas de electrólisis de agua impulsadas por viento en la provincia probablemente producirán amoníaco, que se utiliza para fabricar fertilizantes y plásticos.
La economía de Tierra del Fuego depende de la extracción de petróleo y gas; el turismo, ya que es un punto de partida hacia la Antártida; y ensambladoras de productos electrónicos atraídas por excenciones tributarias. Otras regiones de Argentina en la costa atlántica ya han construido parques eólicos, mientras que las provincias de Río Negro y Buenos Aires están buscando atraer proyectos de hidrógeno.