Después de un 2023 desafiante marcado por el exceso de inventario que impactó sus exportaciones, Textil del Valle (TDV) vislumbra un 2024 lleno de oportunidades. Con proyecciones de aumentar su facturación en un 20%, alcanzando los US$ 80 millones, la empresa peruana se prepara para un crecimiento robusto. En diálogo con Gestión su gerente general, Juan José Córdova Benavides, contó la apuesta por materiales innovadores como el poliéster reciclado que no solo fortalecerá su oferta, sino su compromiso con la sostenibilidad.
Con inversiones millonarias en aumento de capacidad y una planta de poliéster pionera en reciclaje, TDV busca consolidarse en el mercado americano y explorar nuevas oportunidades en Europa, donde las regulaciones favorables podrían abrir nuevas puertas para sus productos.
Tras un 2023 complicado debido al exceso de inventario que afectó las exportaciones, ¿cuáles son las perspectivas de Textil del Valle (TDV) para este año?
Para este año proyectamos un aumento del 20% en facturación, llegando a los US$ 80 millones, impulsado por el crecimiento de las marcas globales con las que trabajamos como Lululemon, Lacoste, Patagonía, Bonobos y Greyson, entre las principales. Este crecimiento será consecuencia, además, de que el año pasado desarrollamos nuevas prendas utilizando fibras nuevas como nylon y otras sintéticas, destacando especialmente el poliéster, que ahora representa el 30% de nuestras ventas. Ya no solo nos enfocamos en desarrollar prendas para hombres y polos de verano, sino que estamos fabricando sweatshirt, joggers, casacas y shorts, tanto para hombres como para mujeres para las marcas con las que trabajamos, lo que ha fortalecido nuestra gama y profundidad de productos. Este avance nos permite mirar con optimismo el futuro.
¿Este incremento esperado tendrá un impacto en la demanda de trabajadores?
Si, proyectamos un incremento del 10% en la demanda de mano de obra directa, lo que se traduce en 250 colaboradores adicionales.
¿Con cuántas marcas están trabajando a la fecha?
Actualmente trabajamos con 10 marcas enfocándonos en el desarrollo de las mismas, dado que nuestra capacidad de producción es limitada. En estos momentos, operamos al 100% de nuestra capacidad y estamos evaluando inversiones para incrementarla hacia finales de este año.
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¿Qué inversiones tienen previstas para aumentar su capacidad de producción?
Estamos evaluando una inversión de aproximadamente US$ 5.5 millones para aumentar nuestra capacidad de producción en un 30%. Actualmente, estamos en la etapa de prefactibilidad del proyecto y explorando alternativas para levantar capital, lo que se concretará este año, con miras a ejecutarlo en 2025, que tomará un año. Vemos que el mercado de Estados Unidos ve con mejores ojos el abastecimiento por parte de América Latina. El nearshoring es un aspecto fundamental que están teniendo las marcas y que está ayudando a que países como el nuestro, que producen prendas de calidad con sostenibilidad, puedan seguir teniendo más oportunidades para abastecer al mercado americano.
¿Es la única inversión en marcha?
Paralelamente, estamos evaluando iniciar el proyecto de nuestra planta de poliéster este año. Para ello, estamos negociando con fondos de inversión de impacto europeo y esperamos tener una propuesta firme para el financiamiento en el último trimestre de este año. La planta de poliéster requerirá una inversión de US$ 18 millones y se creará una nueva compañía enfocada en la fabricación de hilados de poliéster. Estamos analizando si esta nueva empresa será una subsidiaria de Textil del Valle ya que es posible que busquemos socios del sector para la ejecución de este proyecto.
¿Serían socios capitalistas?
No, serían socios que adquirirían la materia prima para la fabricación de prendas. Esta nueva planta sería proveedora de estos socios, que son peruanos.
¿Estos fondos de inversión europeos están vinculados a iniciativas de sostenibilidad?
Si, son fondos de impactos europeos que se enfocan en proyectos netamente sostenibles. Estamos apuntando a una planta de poliéster que comenzará su proceso productivo con una planta de reciclaje de botellas, las cuales serán transformadas en pellets para luego fabricar la fibra de poliéster utilizada en la confección de prendas de vestir. Nuestro objetivo es convertirnos en la primera planta de poliéster reciclado con integración vertical hacia atrás en el mundo. De lograrse el levantamiento de capital, la construcción de esta planta tomará 18 meses, con una capacidad de 1,500 toneladas de fibra de poliéster al año. Esta producción podría generar una facturación de aproximadamente US$ 60 millones.
¿Tanto la ampliación de la capacidad de producción como la planta de poliéster se harán en su planta principal de Chincha?
Asi es, tenemos el espacio suficiente para ambas inversiones.
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Planes a mediano plazo
Si bien indica que está trabajando con 10 marcas, ¿con este aumento de capacidad proyectado se podrían sumar más marcas?
Nuestras meta es seguir creciendo con las marcas que trabajamos actualmente y buscar marcas que están alineadas a nuestro propósito, es decir, que valoren la sostenibilidad, la calidad y la trazabilidad de los productos. En Textil del Valle (TDV) continuamos trabajando en proyectos de automatización e innovación para mejorar nuestra competitividad y asegurar una sostenibilidad económica a mediano y largo plazo.
¿De qué forma utilizan la tecnología en sus procesos productivos?
En cuanto a innovación, nos enfocamos en la automatización y digitalización. En los últimos 12 meses, hemos invertido US$ 500,000 en máquinas automáticas para costura y acabados. Además, seguimos desarrollando nuevos productos para satisfacer la demanda de la Generación Z y de los consumidores más jóvenes, utilizando telas técnicas y materiales sostenibles. Las nuevas generaciones demandan trazabilidad y un storytelling detrás de cada prenda.
¿Cómo van a satisfacer esa demanda?
Vamos a informar al consumidor sobre el origen de la fibra de sus prendas. A través del blockchain, mostraremos todo el proceso productivo hasta que la prenda llega a la tienda. En los próximos 12 meses, implementaremos la tecnología blockchain en nuestras prendas para garantizar la trazabilidad en nuestra fabricación. Contaremos a nuestros clientes la historia detrás de cada indumentaria, que puede nacer de un algodón orgánico regenerativo o un poliéster reciclado de botellas, destacando todo nuestro proceso productivo sostenible que forma parte de nuestra oferta exportable al mercado mundial.
Si bien están concentrados en el gigante del norte, ¿ven posibilidades en otros mercados?
Sí, actualmente el 70% de nuestras exportaciones está dirigido al mercado estadounidense, pero vemos una oportunidad en el mercado europeo. A partir de 2025, una nueva ley de productos textiles en Europa favorecerá a los productores que ofrezcan trazabilidad a través del blockchain, o pasaporte de prendas, y que utilicen fibras sostenibles para fabricar prendas de calidad con sostenibilidad. La moda del fast fashion en Europa está próxima a terminar. Con esta ley, tenemos la oportunidad de ingresar a este mercado.
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Licenciada en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza con 20 años de experiencia profesional. Laboró en medios de comunicación como TV Perú y Perú21. También ejerció en gremios como la SNMPE y SNI. Desde el 2016, es parte del diario Gestión.
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