Las acciones de Tesla se resintieron este lunes en la Bolsa de Nueva York, tras el nuevo chapuzón en las redes sociales de su fundador, Elon Musk, que decidió ayer vender un 10% de las acciones de la compañía después de proponer esa transacción en una encuesta pública a los usuarios de Twitter.
Antes de la apertura de la sesión, en los movimientos premercado, las acciones llegaron a perder un 6% aunque tras el sonido de la campaña se recuperaron parcialmente y a las 10.30 (14.30 GMT) se dejaban un 2.86%.
Musk, cuyas continuas incursiones en Twitter provocan muchas veces movimientos sísmicos, decidió el domingo abrir la votación asegurando: “Mucho se comenta últimamente de que las ganancias no realizadas son una manera de evadir impuestos, así que propongo vender el 10% de mis acciones de Tesla. ¿Apoyas esto?”.
El polémico empresario, que posee un 17% de las acciones de la compañía, explicó que no recibe “un salario en efectivo ni bonus de ninguna parte” y vinculó su movimiento con cuestiones fiscales: “Sólo tengo acciones, por lo tanto mi única manera de pagar impuestos personalmente es vender acciones”, aseguró.
Una venta esperada
Según la página especializada CNBC, Musk deberá afrontar en los próximos meses el pago de US$ 15,000 millones en impuestos, por lo que una venta de estas dimensiones era bastante probable más allá de que haya puesto en manos de los usuarios de Twitter el destino de su capital.
En el 2012, el empresario recibió US$ 22.8 millones en opciones de Tesla (US$ 6.24 por acción en aquel momento), cuyo valor, el pasado viernes se situó en US$ 1,222 por unidad, lo que significa una ganancia de US$ 28,000 millones.
Dichas opciones de compra caducan en agosto, según explica CNBC, y para ejecutarlas, Musk debe pagar los impuestos correspondientes de las ganancias.
Musk tiene unos 170.5 millones de títulos, según CNN, y vender la décima parte a un precio de US$ 1,222 supondría unas ganancias en torno a US$ 21,000 millones. Con una tasa fiscal de ganancias de capital de largo plazo del 20%, pagaría unos US$ 4,200 millones en impuestos.
Las acciones de Tesla han experimentado en lo que va de año un aumento de en torno al 75%, pero han sufrido también caídas sorpresivas como la de hoy.
De hecho, de acuerdo con la página web FactSet, en lo que va de año, las acciones de Tesla se han desvalorizado más de un 5% en nueve ocasiones, lo que refleja la volatilidad de sus valores.
Una complicada convivencia con Twiiter
Su inusitada incursión en las redes sociales para decidir la venta de acciones no es un hecho aislado del multimillonario, cuyas intervenciones han disparado criptomonedas como Dogecoin y han provocado caídas y subidas de su propia empresa.
La última se produjo este 2 de noviembre, cuando aseguró que el acuerdo entre Tesla y Hertz para la venta de vehículos no estaba finalizado, lo que empujó que los títulos se depreciaran más de un 4%.
La criptomoneda Dogecoin, creada en el 2013 a modo de broma, también ha experimentado fuertes subidas y bajadas por los comentarios tuiteros de Musk.
El pasado mayo esta moneda se disparó, para volver a caer y volver a subir por comentarios del empresario que en ocasiones la alaba y en otras la ningunea.
En septiembre del 2018, cansada de su verborrea en las redes sociales, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) obligó a Musk a que Tesla supervisara sus comentarios sobre “cuestiones materiales” relacionadas con la compañía y que pudieran afectar a la cotización de las acciones en Bolsa.
Musk aceptó la propuesta de la SEC para evitar un juicio por fraude después de que este declarase también en Twitter que había asegurado la financiación necesaria para sacar a Tesla de la bolsa y sugerir que para llevar a cabo la operación pagaría US$ 420 por acción.