Aunque muchos están volviendo a las oficinas, lo cierto es que el trabajo híbrido será una modalidad que se adoptará y que incluso muchas empresas la van a establecer de manera permanente por diferentes razones, tanto por el lado de las organizaciones como de los trabajadores.
Por ello, un espacio adecuado en las viviendas es lo más demandado, y en muchas ocasiones, los tamaños actuales no son suficientes; es así que quienes están adquiriendo vivienda buscan que los edificios cuenten con espacios de coworking.
“Es una tendencia que se empieza a dar, lo vimos en la última feria de vivienda que se realizó. Antes la demanda de los clientes iba porque los edificios cuenten con áreas comunes como piscinas, áreas de recreación, pero ahora lo que les interesa es que tenga espacios donde puedan trabajar tranquilos”, explica Walker Bonilla, gerente general de Activa Inmobiliaria.
Con ello, agrega el ejecutivo, se sacrifica un espacio destinado a venta, pero se mejora la oferta al cliente.
En el caso de la inmobiliaria, estos espacios los están incluyendo en algunos de sus proyectos, pero principalmente en los que tienen mayor metraje.
Así, cuentan hoy con tres proyectos, ubicados entre Surco (Chacarilla) y Miraflores, los cuales también tendrán componente comercial.
“Uno de ellos, el de Chacarilla esta con obras al 85%, y colocado al 90%; el otro también en Surco se ha reconfigurado, en el caso de poner más departamentos, debido a la demanda, aquí la obra arranca en uno o dos meses. En Jesús María hay otro que podría demorar un poco más en arrancar”, dice el ejecutivo, quien indica que apuntan al segmento B+ y B, con viviendas de entre US$ 80 mil y US$ 200 mil.
Segmentos
Precisamente, el segmento B+ y B ha tenido una demanda interesante este 2022 al momento de adquirir departamentos. “El mercado estaba esperando la reactivación, incluso, ayuda mucho que la última feria de vivienda haya sido presencial, hay un cliente tradicional que busca que su compra sea tangible. Sobre la situación (política) ya hemos pasado problemas parecidos, sí hubo una contracción, pero en esta feria presencial la demanda ha sido importante”, dice.
Según estima, posiblemente con las ventas del primer trimestre se podría estar a la par de lo que se debió haber estado sin COVID-19.
Nuevos mercados
La empresa también apuesta por otros proyectos, uno de ellos en Surco, de unas 200 unidades, pero el que los haría ingresar a un nuevo mercado es uno al sur de la capital, en Cerro Azul, de casas de playa.
“Hay un mercado muy interesante de gente que está trabajando desde casa y hacerlo desde playa es una buena opción. Estamos revisando hacer un proyecto de este tipo por primera vez”, sostiene Bonilla.
Asimismo, comenta que si bien muchos pueden tener la idea de que una casa de campo tiene que ser un terreno grande con un gran número de habitaciones o piscinas, ese paradigma se va rompiendo. “Si vas a conectarte para trabajar no requieres grandes dimensiones, puede ser una casa de 70 a 80 metros cuadrados, de dos o tres habitaciones que pueden oscilar entre US$ 120 mil y US$ 140 mil”, agregó.
De cerrarse el proyecto, lo más probable es que este año se arranque la preventa, con un tiempo de construcción de entre 18 y 24 meses.
Cifras y datos
Proyección. En algunos de sus proyectos están sumando en los primeros pisos espacios comerciales.
Interés. Por ahora no están viendo edificios de oficinas, estiman que en un año, cuando el mercado se reactive puedan ingresar en ese negocio.
Inversión. Trabajan con fondos de inversión en los diferentes proyectos de vivienda que desarrollan.
Negocio. También administran proyectos para terceros, uno en Miraflores y otro en Santa Beatriz.