En línea con su estrategia de expansión en América Latina, la peruana Talma Servicios Aeroportuarios (Grupo Sandoval) sigue atento a oportunidades, más allá de las compras y/o fusiones para diversificar los riesgos. De cara al 2025, la empresa de servicios de carga y rampa espera establecer operaciones propias en dos nuevos países de la región, mientras ejecuta proyectos en Perú y México. Conozca los detalles de estas iniciativas, en la entrevista con su gerente general corporativo, Arturo Cassinelli, en la reciente CADE Ejecutivos 2024.
A un mes de cerrar el 2024, ¿cómo viene la operación de Talma?
Estamos cerrando un buen año. En Perú, hemos recuperado niveles prepandemia en vuelos nacionales; en vuelos internacionales estamos estos últimos meses cumpliéndolo. En carga, son buenas noticias, la carga de importación se ha comportado bastante bien sobre el presupuesto estimado. En carga de exportación también. Vemos auspicioso el 2025 para la operación en Perú.
¿En los demás países cómo van?
En Colombia, las sorpresas positivas continúan, ya estamos manejando 670 vuelos diarios en todo el país. En Perú, no llegamos a 400 vuelos diarios en el servicio de rampa. El crecimiento de pasajeros de Colombia ha sido espectacular. Hemos conseguido un cliente nuevo que es Jetsmart (en reemplazo de Viva). Los principales eran Avianca y Latam.
Ya hemos pasado en Medellín los 100 vuelos diarios, en Cusco estamos en 44 vuelos al día. Y en Bogotá, deberíamos estar en 300 vuelos diarios ahora en diciembre, comparado con 240 que tenemos en Lima.
En México también nos ha ido bastante bien, hemos conseguido ganar una licitación en el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) y estamos duplicando nuestra bodega, por una licitación a la cual se presentaron 17 empresas y Talma, la empresa peruana, consiguió ganar este espacio. Ecuador también muestra expectativas de crecimiento.
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Con esta presencia regional, ¿aun miran nuevos países?
Como proyectos en marcha, Talma siempre tiene en su ADN la búsqueda de crecimiento fuera del país. Es una estrategia de diversificación de riesgo importante. En ese orden de ideas, estamos participando en este momento de un proceso de licitación, no es un M&A (fusiones o adquisiciones), sino una licitación que organiza un cliente en Chile; y estamos evaluando el ingreso a Argentina.
Hemos tenido ya algunas visitas a Buenos Aires, hemos conversado con algunos clientes potenciales y con las autoridades. De hecho, en estos días tenemos otra reunión, estamos avanzando. Creemos firmemente en que nuestra propuesta de valor es muy atractiva y podemos tener éxito en estos otros países.
¿Eso los llevaría a abrir operaciones nuevas en esos países?
Sí, son más ‘greenfields’, una compañía que se hace nueva, es más orgánico que una compra.
Así, ¿la información sobre un supuesto proceso de venta de Talma queda descartada?
Si, la venta de acciones es una prerrogativa que tienen los accionistas, ellos hicieron unas declaraciones en su momento diciendo que no había tal transacción. La gerencia, yo como gerente general, y todo el equipo gerencial de Talma, que es muy potente no solo en Perú sino en todos los países, buscamos cumplir esa promesa de buen servicio a los clientes y reducir el riesgo, que es el otro mandato que tenemos los gerentes. La manera de reducir el riesgo en empresas como las nuestras es crecer y buscar nuevos mercados.
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En tanto, en Perú, ¿Qué vendría para Talma tras la apertura de nuevo aeropuerto de Lima?
Es un desafío, un nuevo aeropuerto es un proyecto muy complejo, y tenemos varias unidades de negocios. La unidad de carga no será afectada de ninguna manera. En la avenida Faucett hay varios terminales de carga y todos tenemos capacidad para manejar mas o menos 400 millones de kilos de carga aérea al año. Y el aeropuerto maneja apenas 200 millones. La plataforma de aviones cargueros (que maneja un tercio de la carga) se va a quedar en el mismo lugar cerca de la avenida Faucett.
Para la distancia que habrá (entre la actual operación de carga y los aviones de pasajeros, que manejan los otros dos tercios de la carga), se han establecido procedimientos nuevos con el aeropuerto, se han eliminado procesos que tomaban mucho tiempo y al final ir 2 kilómetros más no va a tener un tiempo adicional. Desde el punto de vista de carga estamos tranquilos.
De igual manera, ¿han previsto la operación de los otros servicios?
En los otros negocios que tenemos como rampa y pasajeros, inclusive mantenimiento de aviones, tenemos algunas preocupaciones por los accesos. El puente Santa Rosa no estará listo en algunos años y más allá de los puentes (provisionales), es importante tener las rutas de transporte público que nos lleven a los que trabajamos al aeropuerto. Estamos trabajando de manera muy cercana con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y Lima Airport Partners (LAP) para poder, coordinadamente, tener el acceso.
Hay pasajeros de vuelos nacionales que también van en combi a tomar su vuelo, esa información no ha trascendido y estamos a 60 días de la inauguración. Es una preocupación que tenemos y buscamos resolver estos temas. La infraestructura que operará en enero es importante para el país, pero la complejidad de este ecosistema exige que todos los operadores estemos mirando desde la misma vereda la solución.
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En tanto, ¿qué inversiones vienen en los diferentes países?
Estamos haciendo inversiones que superan los US$ 30 millones en Lima para el servicio de rampa. Ganamos una licitación que convocó LAP para el servicio de rampa, con una licencia ahora hasta el 2033 y parte de la propuesta de Talma ha sido invertir en dos talleres, uno para la plataforma de cargueros y otro para la plataforma de aviones comerciales, y una compra de equipos nuevos que reduzcan la huella de carbono.
Además, estamos terminando un taller en Bogotá y haciendo el almacén nuevo en Ciudad de México que debe estar listo hacia el primer trimestre del 2026. Ya estamos en proceso de licitaciones. La verdad es que estamos con varios frentes buscando fortalecer la posición de liderazgo que tiene Talma.
Así, ¿cómo ven el 2025?
Perú ya superando niveles prepandemia. A nivel de pasajeros, ya superando los 24 millones de pasajeros que deberíamos tener este año. La competencia regional es fuerte. En 2019, Lima manejó casi 24 millones de pasajeros y Bogotá poco más de 30 millones. Este año Lima debería estar en 24 millones y Bogotá en más de 40 millones. Hemos pasado de ser dos tercios de Bogotá a ser la mitad.
Si uno se mira comparativamente, creo que tenemos desafíos como país para poder conseguir fortalecer esa conectividad que necesita el transporte aéreo y es labor de todo el ecosistema.
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Bachiller en Comunicación Social (Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Trabajé en radio y prensa escrita y, desde el 2013, soy redactor de la sección de Negocios del Diario Gestión.
