La japonesa Sumitomo negó el anuncio de la venta de sus acciones en San Cristóbal, la mayor mina de plata en Bolivia, a un consorcio de empresarios locales.
“Queremos asegurar a todos nuestros grupos de interés que Minera San Cristóbal (MSC) no se ha vendido y permanece 100% bajo el control de Sumitomo Corporation”, señala un comunicado interno al que accedió la AFP.
El escueto boletín, firmado por Takashi Onda y Dave Assels, presidente y gerente general de Sumitomo, se dio a conocer poco después de que dos empresarios bolivianos anunciaran por la mañana la adquisición de las acciones de la compañía situada en el sureño departamento de Potosí.
El anuncio fue “una completa sorpresa para Sumitomo y la dirección de MSC”, indicaron Onda y Assels en el comunicado. “No participamos, no fuimos consultados y no respaldamos los mensajes compartidos con el público en esa presentación”.
Durante la conferencia de prensa de la mañana, Fernando Barbery, un agroindustrial del Grupo Unagro, actuó como portavoz de un grupo de 1,500 empresarios, en su mayoría de Potosí y Santa Cruz, junto al empresario minero Orlando Careaga.
“Para Potosí significa la prolongación de la vida útil de esta empresa, la más grande del mundo en materia de minería. Ampliar del 2024, que es el actual horizonte que tiene esa empresa, hasta el año 2050″, dijo Barbery.
“Hay documentos y acuerdos de confidencialidad que no podemos dejar de respetar”, agregó, al eludir dar mayores detalles sobre la transacción.
Barbery aseguró que serán respetados todos los compromisos sociales y laborales adquiridos por Sumitomo desde el 2008, cuando se hizo de la propiedad de la mina.
“Vamos a ser fieles y respetuosos con los acuerdos y convenios con las comunidades, con el sindicato, las instituciones, con los compromisos de RSE que asumió la empresa. Son parte de los acuerdos que se están negociando en la fase final con los actuales propietarios”, añadió.
San Cristóbal es uno de los yacimientos de zinc, plomo y plata más grandes del mundo con explotación a tajo abierto. Produce concentrados de zinc-plata y plomo-plata.
El proyecto minero tiene una inversión de US$ 1,800 millones.
“Es la operación minera más grande en la historia de Bolivia, el sexto productor más grande de zinc en el mundo y el cuarto productor más grande de plata en el mundo”, detalla la página institucional de San Cristóbal.
Por efectos de la pandemia del coronavirus, en el 2020 se vio obligada a paralizar sus operaciones, lo que, junto a las bajas cotizaciones de los minerales, provocó una caída de 41% en sus ventas, afectando también sus utilidades.