Luego de varios meses de tentativas la dirección de la aerolínea estadounidense Spirit anunció que renuncia a fusionarse con su competidora Frontier, lo que deja la vía libre a una posible compra por JetBlue.
Spirit y Frontier anunciaron en febrero su intención de fusionarse.
Pero JetBlue sorprendió algunas semanas más tarde al presentar su propia oferta, financieramente más abultada para los accionistas de Spirit. Ante el rechazo del directorio de Spirit, JetBlue incluso lanzó en mayo una oferta pública de compra hostil (no solicitada).
La dirección de Spirit expresó muchas veces su preferencia por Frontier, al considerar que las autoridades de la competencia serían reticentes a una operación de fusión con JetBlue.
Pero no lograron convencer a sus accionistas. La dirección pospuso cuatro veces una asamblea general extraordinaria de propietarios para aprobar la fusión con Frontier.
La reunión se desarrollaba el miércoles, y la dirección de Spirit no dio resultados de la votación, pero anunció el final de su intento de acercamiento a Frontier.
En un comunicado los directivos se dijeron decepcionados de este desenlace, pero se comprometieron a “continuar las conversaciones en curso con JetBlue”.
La última propuesta de JetBlue valorizaba a Spirit en US$ 3,700 millones, unos US$ 1,000 millones por encima de Frontier.
JetBlue y Frontier buscan crecer para competir con aerolíneas de mayor porte en Estados Unidos, creando la quinta mayor empresa del ramo en el país.