El banco francés Societe Generale dijo que está intentando reducir sus riesgos en Rusia y que teme a la respuesta de Moscú a las sanciones occidentales, mientras que el fabricante de aviones brasileño Embraer se unió a Airbus y Boeing y detuvo el suministro de piezas a las aerolíneas rusas.
Subrayando los retos a los que se enfrentan las empresas mundiales a la hora de cumplir con las sanciones contra Rusia tras su invasión a Ucrania, Societe Generale dijo que podría ver un “escenario extremo” en el que Rusia despoje al banco de sus operaciones locales.
Citigroup Inc dijo el miércoles que podría enfrentarse a pérdidas de miles de millones de dólares por su exposición a Rusia y que estaba estudiando la posibilidad de salir de los activos rusos.
Las acciones de los bancos han caído en picada en los últimos días por el temor a posibles pérdidas y al debilitamiento de la economía.
Las sanciones occidentales, que incluyen la exclusión de algunos bancos rusos de la red financiera mundial Swift, han llevado a docenas de multinacionales a suspender sus operaciones en el país, han golpeado el rublo y han obligado al banco central a subir las tasas de interés.
Reino Unido declaró que prohibirá a las empresas rusas el acceso al mercado de seguros de Londres, el mayor centro mundial de seguros comerciales y especializados.
Fitch y Moody’s recortaron el miércoles la calificación crediticia soberana de Rusia seis escalones, hasta situarla en la categoría de “basura”, citando el impacto paralizante de las sanciones occidentales sobre la economía.
Moscú ha respondido al éxodo de los inversores occidentales restringiendo temporalmente la venta de activos rusos por parte de extranjeros.
Sberbank, el mayor prestamista de Rusia, dijo el miércoles que abandonaba el mercado europeo porque sus filiales se enfrentaban a grandes salidas de efectivo.
Las fuerzas rusas aún no han derrocado al Gobierno de Kiev, pero se ha reportado que miles de personas han muerto o han resultado heridas y más de un millón han huido de Ucrania en la semana transcurrida desde que el presidente Vladimir Putin ordenó el mayor ataque contra un Estado europeo desde 1945.
Golpe a los suministros
El mayor fabricante de automóviles de Rusia, Avtovaz -controlado por la francesa Renault- dijo que pararía sus plantas de Togliatti e Izhevsk el sábado y del 9 al 10 de marzo por la escasez de componentes electrónicos.
Toyota dijo el jueves que detendría la producción en su fábrica rusa a partir del viernes y detendría indefinidamente las exportaciones de vehículos al país, siguiendo medidas similares de rivales como Honda Motor, Mercedes-Benz y Ford.
Las cadenas de suministro, ya perturbadas por la pandemia, se enfrentan a mayores problemas, ya que el cierre del espacio aéreo afecta al sector de la carga por avión y las aerolíneas responsables de mover alrededor de una quinta parte de la carga aérea mundial se ven afectadas por las sanciones.
Las mayores navieras del mundo, MSC y Maersk, suspendieron el transporte de contenedores desde y hacia Rusia.
Maersk dijo el miércoles que los envíos de alimentos y suministros médicos a Rusia corren el riesgo de dañarse o estropearse debido a los importantes retrasos en los puertos y las aduanas.
Amazon.com Inc dijo el miércoles que está usando su capacidad logística para hacer llegar suministros a los necesitados y su experiencia en ciberseguridad para ayudar a los gobiernos y las empresas como parte de su apoyo a Ucrania.
Acción corporativa
Japan Airlines y ANA Holdings, que normalmente utilizan el espacio aéreo ruso para sus vuelos a Europa, dijeron que cancelarían todos los vuelos hacia y desde Europa el jueves, uniéndose a otras compañías que han cancelado o desviado los vuelos entre Europa y el norte de Asia.
La aerolínea de bandera finlandesa Finnair dijo que había empezado a negociar el posible despido de su personal de vuelo después de tener que suprimir algunos de sus vuelos tras el cierre del espacio aéreo ruso.
La alemana Lufthansa anunció que no podía ofrecer una perspectiva detallada para el 2022 debido a la guerra en Ucrania y a la pandemia.
Embraer ha suspendido los servicios de mantenimiento y la venta de piezas a clientes rusos, luego de medidas similares de Boeing y Airbus SE. El fabricante de aviones europeo también dijo que estaba analizando si su centro de ingeniería de Moscú podría seguir prestando servicios a los clientes locales.
La condena de las empresas a Rusia ha sido muy intensa.
La empresa energética estadounidense Exxon Mobil, que abandonará Rusia al igual que las británicas BP y Shell, declaró: “Condenamos la acción militar de Rusia que viola la integridad territorial de Ucrania y pone en peligro a su pueblo”.
El grupo de moda sueco H&M, que suspendió sus ventas en Rusia, dijo que estaba profundamente preocupado por los trágicos acontecimientos en Ucrania y que “estaba con toda la gente que está sufriendo”.
Spotify afirmó que ha cerrado su oficina en Rusia por tiempo indefinido en respuesta a lo que llamó el “ataque no provocado de Moscú a Ucrania”.