En el 2018, cuando nadie proyectaba una crisis de fertilizantes, Green Trade Company, una empresa de capitales peruanos daba sus primeros pasos produciendo líneas de abono orgánico reforzados. Cuatro años después, junto a otras empresas locales de biofertilizantes, están camino a ampliar la capacidad de su planta de procesamiento como respuesta a la falta de urea y en un contexto en el que peligra la seguridad alimentaria en Perú.
Los abonos orgánicos -guano de aves o ganado, mezclado con algas o pescado- por sí solos no garantizan la eficiencia en los diferentes cultivos, por lo que deben ser reforzados con otros insumos. En el caso de Green Trade Company, tiene una alianza con Miski Mayo que les provee de fosfatos de Bayóvar, una reserva ubicada al norte de Perú.
“Fue nuestro primer producto. Identificamos que la roca fosfórica se extrae en el país y formulamos un proceso orgánico. Lo mismo que se hace con la roca en otros países pero aquí, lo mezclamos con fuentes orgánicas y nitrógeno. Logramos un producto que competía directamente con el fosfato amónico importado. Al inicio nadie nos hacía caso, ha sido un trabajo de capacitar y hacer ensayos en campo”, cuenta Julio César Obando, gerente comercial de la empresa.
Son tres plantas que manejan actualmente. Una ubicada en Lima, otra en Huaral (norte chico) y también en Trujillo (La libertad), con una capacidad de procesamiento de 1,500 toneladas a la semana en sus diferentes líneas, que incluye nitrogenados y potásicos. “Hemos encontrado un equilibrio entre el fertilizante sintético y el orgánico”, agrega.
La apuesta para este año es la ampliación de la planta en Trujillo. El objetivo es elevar su capacidad en un 50% ante la alta demanda que registran.
Según Obando, hasta inicios de junio, los pedidos se incrementaron en 150% respecto a enero-junio del 2021. ¿El principal motivo? el precio. Y es que los productos de la marca se han mantenido en S/ 110 el saco frente a los S/ 280 que llega a costar un sintético.
La empresa -que ha logrado abastecer con su biofertilizante el 20% de las áreas de arroz en el norte del país- espera poder acceder a una reprogramación del crédito adquirido a través de Reactiva Perú para poner en marcha proyectos de ampliación en sus otras dos plantas.
Otra planta en el norte
Leonardo Menacho es gerente comercial y financiero de Agromen Group S.A.C., una empresa familiar fundada hace casi 30 años y dedicada, principalmente, a la distribución de fertilizantes sintéticos y orgánicos. No obstante, se alista este año para, tras una alianza con La Calera, operar una nueva planta de procesamiento de abono orgánico reforzado, el cual se ubicará en el norte del país, aunque evitó precisar el lugar exacto.
“Ya está en proyecto la instalación de la planta con la que buscamos producir 200 toneladas diarias de abono orgánico enriquecido con fósforo, nitrógeno y potasio. De esa planta podremos distribuir a las regiones de Áncash, Lambayeque y La Libertad, además de otras zonas del país a través de otros distribuidores. De esta forma, podremos decirle al agricultor que tendrá una nueva opción para mejorar sus costos de producción”, declaró a Gestión.pe.
Según explicó, las bolsas de abono orgánico certificado que actualmente vende, provenientes de una planta que opera en Huacho, son enriquecidas con minerales (en un 10%) y algas marinas. Con ello se consigue -según dijo- un 95% de similitud respecto a la eficiencia y calidad que consigue un fertilizante sintético, como la urea. ¿Y los precios? El costo promedio de las bolsas de 50 kilos varía entre los S/ 25 y S/ 30.
Manifestó que han podido constatar que en Áncash hay agricultores que han dejado de sembrar para alquilar sus terrenos a fundos más grandes como Agrícola Virú. Otros solo cultivarán la mitad de sus áreas. En tanto, los pequeños productores de una o dos parcelas son los que estarían demandando más biofertilizante.
“Ellos (pequeños productores) representaban antes solo un 5% de nuestra facturación al mes, ahora son el 30%”, señaló.
Obando y Menacho han solicitado al gobierno potenciar las capacitaciones en el campo con las empresas que están ayudando a responder ante la falta de insumos para garantizar la buena productividad agrícola.
Por su parte, el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura informó que ha invertido, a la fecha, S/ 2.8 millones para impulsar la elaboración de ocho tipos de fertilizantes orgánicos a partir de residuos de pescado y otras especies marinas.
Datos
- En un comunicado publicado el último jueves (8 de junio), el Ministerio de la Producción informó que el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura ha invertido, a la fecha, S/2.8 millones para impulsar la elaboración de ocho tipos de fertilizantes orgánicos a partir de residuos de pescado y otras especies marinas.
- Así, se han realizado investigaciones con especies como la trucha, las macroalgas, los residuos del procesamiento del pescado, el biofouling (uso de microorganismos que se acumulan en sistemas de cultivo de la concha de abanico); entre otros, para elaborar abonos que constituyen una alternativa ante el actual escenario de escasez de fertilizantes y crisis alimentaria a nivel mundial.