El fabricante automotriz Seat anunció que invertirá 5,000 millones de euros (unos US$ 5,650 millones) entre el 2020 y 2025 en España, principalmente para desarrollar el vehículo eléctrico.
Este monto estará "destinado a nuevos proyectos de I+D para el desarrollo de vehículos, en particular por la electrificación de la gama", declaró el presidente de la marca, Carsten Isensee, durante en Barcelona, sede de la sociedad.
El grupo alemán Volkswagen, propietario de Seat, anunció en noviembre una inversión de 60,000 millones de euros a nivel mundial hasta el 2024 en la electrificación y vehículos conectados.
Una parte de la inversión de Seat irá a sus fábricas situadas en la región de Cataluña (noreste), especialmente la más importante en Martorell, a 30 km de Barcelona.
"Nuestro deseo es que Martorell produzca vehículos eléctricos a partir del 2025 cuando este mercado habrá crecido", señaló Isensee.
El dirigente pidió "la colaboración de la administración central, regional y local", también en forma de ayudas públicas a la compra de este tipo de vehículos.
“Para electrificar España, necesitamos un mayor volumen de infraestructuras de recarga y, por otra parte, estímulos a la venta de vehículos eléctricos”, explicó.
El plan de 3,750 millones de euros para impulsar el sector automóvil presentado en junio por el gobierno español, que incluye primas a la compra de vehículos no contaminantes, “es un paso en la buena dirección”, celebró.
Debido a la crisis vinculada a la pandemia del coronavirus, Seat registró pérdidas de 48 millones de euros en el primer trimestre "y el segundo trimestre será peor", advirtió Isensee. Pero "estamos confiados que podremos enderezarlo en la segunda mitad" del 2020, aseguró.
La industria automotriz representa un 10% del PBI español, la segunda en Europa después de Alemania.
Este sector, expuesto ya a una caída de ventas y a la transición hacia el vehículo eléctrico, fue duramente impactado por la crisis sanitaria.
En España, todas las fábricas, incluidas las de Seat, pararon durante semanas.
El grupo japonés Nissan anunció recientemente el cierre de sus fábricas en Barcelona, de la que dependen más de 20,000 empleos directos e indirectos, mientras que el estadounidense Ford prevé suprimir 350 empleos en Valencia.