La empresa de alimentos de consumo masivo Rasil empezó a exportar a los Estados Unidos con grandes expectativas. Su gerente comercial, Cristian Torres Novoa, dice a Gestión que estos envíos de snacks tuvieron una participación importante en las ventas totales del primer mes del año e impulsarán el crecimiento de las ventas en el 2023, que estiman entre 18% y 20%.
Hasta ahora, la empresa solo realizaba envíos a Chile pero en volúmenes pequeños. Su principal mercado es el interno, donde empezó sus actividades en el año 2000. El año pasado vendió unos S/10 millones, que implicaron un crecimiento de 5% con respecto al 2021.
Sus productos con mayor participación en las ventas (45%) son los snacks, como camote, habas, maíz y mote fritos, maní confitado, papas al hilo, pretzel, entre otros; les siguen las menestras, como frijoles, arvejas, lentejas, que representan el 30%; mientras que el 25% corresponde a los cereales: barras de quinua, kiwicha pop, trigo acaramelado, etc. Estos productos se comercializan bajo las marcas Xander, Royal Cheff, Nanna y Rasil. Además, la empresa brinda servicios de maquila a algunas competidoras del rubro.
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Asimismo, la empresa familiar planea lanzar cinco nuevos productos, que serán snacks libres de azúcar, en junio de este año.
Por su parte, el director ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (Idexcam), Carlos Posada, señaló que el mercado de los Estados Unidos es un gran consumidor de snacks, en particular de los de granos andinos, como el maíz gigante del Cusco. “El consumidor comúnmente incluye en sus compras los snacks y la comunidad latina tiene un gran interés por los productos que puede exportar Perú, que son distintos a los que tradicionalmente se ofrecen allá”, comentó.
Canales de venta de Rasil
En la actualidad, sus productos se comercializan principalmente en el canal moderno, que reúne el 60% de las ventas de la firma. Sus alimentos se encuentran en los anaqueles en las cadenas de supermercados del país, a través de las cuales llegan a todas las regiones.
Por medio del canal tradicional, que representa un 40% de la facturación, Rasil tiene presencia en Pisco, Nasca, Ica, Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Pucallpa y Moquegua. Su siguiente objetivo es llegar a las demás ciudades del país por medio de alianzas con nuevas distribuidoras. En ese sentido, los directivos de la empresa ya están dialogando con socios potenciales en Iquitos y Tarapoto.
Rentabilidad en aprietos
El alza de las materias primas y otros insumos importados (gasolina, envases, bolsas, etc.) tuvo un fuerte impacto en las ganancias de la compañía, que llegaron a ser negativas entre julio y setiembre de 2022. “Los primeros meses aguantamos porque pensamos que se iba a regular la situación, pero no fue así. Tuvimos que elevar los precios, pero no en la misma medida en que subieron las materias primas. Algunas subieron en 100%. Nosotros incrementamos entre 20% y 30% los precios de casi todos nuestros productos”, explicó Torres al diario Gestión.
Inicialmente, esto generó una caída de las ventas, pero luego el público fue asimilando el incremento de los precios y los volúmenes de comercialización volvieron a ser los de antes. La empresa aún continúa trabajando en la recuperación de su rentabilidad, que si bien no está rojo, aún no recupera los niveles de los primeros meses de 2022. “Tenemos el reto de bajar nuestros costos para ofrecer un producto accesible”, señala el gerente.