En el programa del miércoles pasado de “La Nueva Empresa”, Alexia Cook, co-fundadora de Quinoa y business partner de las empresas de Lucha, y Ariana Ferraro, co-fundadora y líder de sostenibilidad de Quinoa, dieron a conocer sobre su experiencia en la gestión de una empresa de alimentación consciente.
“La Nueva Empresa” es el espacio de capitalismo consciente de Lucha Startup Studio y la marca Gestión, que es difundido en redes sociales quincenalmente los días miércoles desde las 4 pm. En esta oportunidad, el programa, en su decimonovena edición, trató sobre la tendencia de alimentación saludable y cómo desde el rubro de restaurantes se puede impulsar el bienestar de la sociedad.
Sobre el inicio del proyecto Quinoa, Cook comenta que existía una necesidad propia insatisfecha: “no encontrábamos en el mercado este tipo de propuestas que son tendencia en otros países”, subraya. “Vimos un propósito que cumplir: ofrecer comida real con insumos reales y transparencia en las operaciones”, agrega.
Además, Ferraro señala que Quinoa nace como una marca con propósito. “Nunca hemos sido solo una marca que vende comida, siempre hemos querido vender bienestar. Siempre hemos querido que el cliente saque la mejor versión de sí mismo, y al sentirse mejor y alimentarse mejor, muchas otras cosas salen a resaltar más allá de la salud física”.
El programa buscó también clarificar ciertos conceptos alrededor de las cafeterías saludables y que son parte de la historia de Quinoa, como por ejemplo la alimentación consciente. Sobre este tema, Cook comenta que se trata de alimentación integral, que considera cómo se ha hecho esa comida y cómo te afecta a ti y a los que te rodean.
Healthy Fast Casual
“No estás pensando solo como te nutre eso que estás comiendo, si no también en cómo afecta esa forma de alimentarte a tu comunidad”, aclara. Sobre el concepto de Healthy Fast Casual, Ferraro cuenta cómo en sus inicios Quinoa nace bajo este concepto para atender a un público que necesitaba atención rápida y comida de calidad: “Empezamos en una zona de oficinas y entonces lo que queríamos era ofrecer comida saludable pero que fuera accesible y rápida, ya que es un público que tiene una vida muy activa”.
Ferraro y Cook comentan también sobre los retos a los que se enfrentaron al empezar la empresa. “El primer gran reto fue conseguir un local, era difícil que una inmobiliaria apostara por tres chicas jóvenes”, puntualiza Cook. Superado el reto del local, Ferraro añade que el siguiente reto fue la consolidación del equipo.
“No teníamos experiencia entrevistando, contratando y gestionando personal de tantas habilidades distintas y en muchos casos nosotras mismas hemos entrado a trabajar en la caja, atendiendo a los clientes o hasta en cocina”, detalla.
Sobre el financiamiento para el negocio, Cook menciona que empezaron con poco capital propio de las fundadoras. “Hicimos mucho bootstrapping (crecer con recursos propios). Fue rápido llegar al punto de equilibrio porque aplicamos un concepto de baja inversión, de cocina lean (elimina el derroche y mide la satisfacción del cliente), que nos permitió llegar al punto de equilibrio al tercer mes”.
Efecto pandemia
La pandemia para Quinoa, como para muchas empresas del rubro de restaurantes, tuvo un efecto negativo en su crecimiento. “Al comienzo fue muy duro pero felizmente ya teníamos un concepto delivery muy bien aterrizado y eso nos ha ayudado, incluso más fuerte que antes financieramente”, explica Ferraro. Asimismo, la pandemia ha impulsado otros cambios en la oferta de Quinoa.
“Hemos dado un giro hacia un público más distinto. Empezamos con un público muy nicho únicamente de oficinas y ahora más bien estamos yendo a públicos más mixtos que incluyan residencial y oficinas”, expresa Cook. “Teníamos una carta bastante extensa pre-pandemia pero con la pandemia lo que hemos hecho es reducirla para generar eficiencias y para poder asegurar la mejor calidad de los insumos”, agrega Ferraro.