Elida Vega Córdova
Han pasado más de diez meses desde que la pandemia llegó al Perú. Desde entonces, muchos negocios se han reinventado y muchos otros, en el peor de los casos, dejaron de existir.
Y aunque la experiencia difiere de una empresa a otra, en el caso de las compañías de mayor tamaño, el hecho de contar con un directorio las puede ayudar a sortear de mejor manera las crisis, tanto en el corto como a largo plazo.
En ese sentido, Diego Cubas, socio y director general de Cornerstone Perú y México, considera que durante una crisis las juntas directivas tienen que asegurar la supervivencia de la organización en el corto plazo, pero sin perder la mirada estratégica de largo plazo, velando por la sostenibilidad de la organización”.
Pero si de tareas específicas se trata, asegura que en tiempos de crisis, como los que vivimos tras la llegada de la pandemia, los directorios deben asumir ciertos roles fundamentales.
En principio, debido a que resulta muy probable que tanto el directorio como el propósito de la organización y el modelo del negocio se replanteen durante una crisis, quienes formen parte de la plana directiva de una empresa, a decir de Cubas, deben asegurar que el CEO y su equipo ejecutivo cuenten con las capacidades para manejar dicha crisis.
“Mantener la independencia y no intervenir si no es necesario es clave porque podría debilitar la capacidad del equipo ejecutivo. El directorio tiene que estar muy pendiente de los resultados de la gestión y tener mucha cautela, pero también debe tener la capacidad de intervenir directamente, si es necesario, y si el equipo ejecutivo pide su ayuda”, añade.
Tecnología y diversidad
Debido a que muchas organizaciones locales muy grandes han sufrido la ola de la crisis de manera violenta por no estar adecuados a la fase correcta de la transformación digital, el director general de Cornerstone Perú y México sostiene que la evolución, innovación y tecnología deben estar, indiscutiblemente, en la agenda del directorio.
“En una crisis como la actual, que es parte del ambiente VUCA, que es un término que alude a la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, el directorio tiene el rol de ayudar a la organización a regresar lo más rápido posible a la nueva normalidad, y para ello la tecnología es un pilar clave”, señala.
Tal y como ocurre desde hace algún tiempo, la inclusión de diversos perfiles dentro de un directorio también puede jugar en favor de la empresa cuando se trate de sortear una crisis, por eso no resulta extraño y cada vez es más común, ver miembros de directorio especialistas en gestión humana y transformación digital.
“Hoy se busca que los miembros del directorio tengan diferentes perfiles, que vengan de diferentes industrias y cuenten con distintas especialidades”, afirma sin dudar del rol clave que también juega el presidente del directorio.
“El presidente del directorio no solo debe asegurarse que los directores aporten y que los comités funcionen como un reloj, también debe estar disponible para el CEO siempre porque es la posición más solitaria que existe y la presión que tiene que resistir es muy dura durante una crisis”.
Plan emergente
Como parte de sus funciones, el directorio debe identificar claramente las posiciones ejecutivas claves del negocio, además de analizar los riesgos que se corre en caso estas posiciones queden vacantes como resultado de la crisis.
Por esa razón, Cubas sostiene que la plana directiva debe contar con un plan que lo ayude a afrontar situaciones como estas. No en vano, una de sus responsabilidades y funciones está vinculada a la contratación y despido de colaboradores claves para la empresa.
“El directorio debe tener la capacidad para responder ¿qué pasará si una posición clave queda vacante durante o poscrisis?, y si tienen los candidatos internos disponibles para reemplazar, incluso, al CEO”, apunta.