Qualcomm y GlobalFoundries firmaron un acuerdo para duplicar con creces su actual pacto de fabricación a largo plazo de chips utilizados en transceptores 5G, Wi-Fi, el sector automotor y conectividad del Internet de las Cosas (IoT).
En virtud de un acuerdo de ingresos multimillonarios, los chips se producirán en las fábricas de GlobalFoundries en Estados Unidos, Alemania, Singapur y Francia.
Las empresas se comprometieron a apoyar la producción en Estados Unidos ampliando la capacidad de las instalaciones de fabricación de semiconductores más avanzadas de GlobalFoundries, en Malta, Nueva York.
El fabricante de chips estadounidense Qualcomm fue uno de los primeros clientes de GlobalFoundries en firmar un acuerdo a largo plazo en el 2021 para cubrir múltiples geografías y tecnologías.
El director ejecutivo de GlobalFoundries, Thomas Caulfield, dijo en un comunicado que tener a Qualcomm como cliente a largo plazo de su fábrica del norte del estado de Nueva York hasta el 2028 ayudaría, junto con la financiación federal y estatal, a ampliar la huella de fabricación de la empresa en Estados Unidos.
El mes pasado, el Senado de Estados Unidos aprobó una amplia legislación para subvencionar la industria nacional de semiconductores, proporcionando unos US$ 52,000 millones en subvenciones gubernamentales para la producción de semiconductores y un crédito fiscal a la inversión para las plantas de chips cuyo valor se estima en US$ 24,000 millones.
“Con nuevos e importantes incentivos federales para la fabricación de microchips en Estados Unidos, espero que se produzcan muchos más anuncios como éste”, manifestó el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
La Unión Europea (UE) también ha suavizado las normas de financiación de las plantas innovadoras de semiconductores para impulsar su industria de chips y reducir la dependencia de los proveedores estadounidenses y asiáticos.
Intel y GlobalFoundries han anunciado planes de expansión en ambos continentes para beneficiarse de las subvenciones y GlobalFoundries se asoció con STMicroelectronics para construir una fábrica de semiconductores de US$ 5,700 millones en Francia.