Pulpa de bambú, almidón de maíz y diversas fibras vegetales son los insumos con los que se fabrican los productos que Qaya Ecoenvases comercializa.
“Siempre hemos estado en búsqueda de materiales sostenibles, lo que ha significado un 0% de uso de plástico en todos nuestros empaques”, comenta George Capristán, CEO de la compañía.
Qaya Ecoenvases inició operaciones en el 2018 con la finalidad de reducir el uso del plástico en el sector horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías). En el camino, indica Capristán, la empresa ha logrado vínculos y alianzas comerciales que le han permitido crecer y ampliar su portafolio de productos.
La compañía empezó importando productos de la marca norteamericana World Centric, pero ha dado un paso más y ya viene desarrollando sus propios empaques en diferentes fábricas localizadas en Asia, principalmente.
“Empezamos con sorbetes y cubiertos. En total eran cinco ítems. Hoy tenemos alrededor de 10 e incluso hemos ingresado productos innovadores como biofilm”, detalla el CEO de Qaya Ecoenvases. Agrega que pronto realizará el lanzamiento oficial de bolsas resellables sostenibles (tipo Ziploc).
Si bien el canal horeca —donde tiene clientes como Acurio Restaurantes, Grupo Civitano, la dark kitchen Wicuk y hoteles Belmond— representa la mayor parte del negocio, los productos de Qaya también se encuentran en retail, como supermercados Wong y Flora & Fauna. Aunque este canal aún representa solo el 3%.
Capristán indica que este año Qaya Ecoenvases pondrá énfasis en el desarrollo del canal de distribuidores. “Nuestra meta es poder llegar a más restaurantes, a los que antes era difícil alcanzar a través de la venta directa”, detalla. El CEO calcula que la empresa registrará un crecimiento del 25% al terminar el 2022.
Precios
George Capristán comenta que los empaques sostenibles, tras el incremento de la oferta, ahora tienen precios más competitivos que hace pocos años.
“Tras varios sondeos, hemos concluido que el precio de los empaques de plástico contra los sostenibles es más o menos 5%. En algunos lugares más caros y en otros más baratos, pero la diferencia es mínima”, explica.