Tradicionalmente, en las empresas familiares se esperaba a que los hijos de los dueños terminen la carrera universitaria y puedan ganar experiencia dentro de la firma o fuera de ellas antes de asumir el mando.
Sin embargo, ahora ese proceso de sucesión se ha acelerado durante la pandemia del COVID-19, abriendo la oportunidad para los jóvenes con visión empresarial, señala el directivo de la Asociación de Empresas Familiares del Perú (AEF Perú), Enrique Pajuelo.
En diálogo con Gestión.pe, Pajuelo explica que normalmente en las empresas familiares se realiza un proceso de sucesión, donde una generación pasa la posta a la siguiente, principalmente de padre a hijo. De este modo, los fundadores de las empresas esperan cumplir su etapa dentro de la firma para luego entregarla a quien liderará el futuro camino.
“Lo que ha hecho la pandemia es acelerar esto, (impulsar) la incorporación de las siguientes generaciones a las empresas justamente porque había una situación de urgencia donde era necesario contar todas las habilidades, tanto de personas con más experiencia como jóvenes que recién hayan terminado la universidad o que tienen pocos años de carrera profesional”, sostuvo.
Agregó que anteriormente este proceso era tan solo un tema de agenda dentro de las actividades de las empresas familiares, sin embargo hoy es una realidad que ha cambiado.
“Ahora se vuelve un tema prioritario pensar en la sucesión dado estos acontecimientos”, añadió.
Desde los 20 años y la digitalización
El ejecutivo señaló que si bien no es una regla que los dueños de las empresas se retiren cuando son muy mayores, muchos de ellos lo hacen en la tercera edad. Agrega que todo depende de cómo maneje el proceso de sucesión cada empresa.
De este modo, dijo que con la aceleración de este proceso, se ha observado a jóvenes de 20 y 30 años participando de manera activa en las decisiones de las empresas familiares; un hecho que hubiera sido más lento de no ser por la pandemia del coronavirus.
“La mayor digitalización también contribuyó a que el proceso de sucesión sea más rápido, independientemente de cada empresa y su área de tecnología. Por ejemplo, se ha visto casos de una empresa donde los fundadores son mayores, de 60 años, y nietos, de más de 20 años, entonces ellos han sido los principales profesores de herramientas digitales”, sostuvo.
De este modo –agregó- el hecho de tener un hijo, nieto o algún familiar joven ha permitido a la misma familia poder subirse a la ola de la digitalización aceleradamente.
No todo es eterno
Pajuelo consideró que la pandemia hizo ver a los fundadores o dueños de las empresas que ellos “no son eternos”. Así, estimó que el pase de mando más rápido hacia la segunda generación continuará en el 2021.
“Ya vamos a estar pensando en la siguiente generación, cómo incorporarla en cuanto a conocimientos, operación y experiencias. Hay una regla que todas las empresas utilizaban, que los hijos trabajen primero en otras empresas muchos años y luego ingresen a la empresa familiar. Esa regla se mantiene, pero ahora ya no serán X años, sino, la mitad de esos X años”, dijo.
De igual manera, indicó que los mismos jóvenes de la nueva generación ahora son más sensibles al ser parte de la empresa familiar y, además, por la responsabilidad y ventajas que implica.