No solo la escasez de pilotos limita las operaciones de las aerolíneas estadounidenses y provoca innumerables cancelaciones de vuelos. A veces, el problema es que no hay suficientes almohadas.
American Airlines Group Inc. y algunos otros transportistas están luchando contra los desafíos de la cadena de suministro que ha provocado escasez de todo, desde alimentos hasta vasos desechables y, sí, también de almohadas. Eso está causando dolores de cabeza adicionales a las aerolíneas al tiempo que luchan porque las líneas de suministro interrumpidas con la pandemia “vuelvan a sincronizarse”, dijo este jueves el director ejecutivo de American, Robert Isom.
“No pasa un día en el que no tengamos problemas para aprovisionar nuestros aviones con almohadas, mantas, vasos de plástico, comida”, dijo en una conferencia telefónica para analizar los resultados trimestrales. “En varios momentos tenemos problemas con el abastecimiento de combustible, concesionarios en el aeropuerto. Eso es solo una parte de las cosas que tienen que unirse para poner un avión en el aire”.
Por su parte, United Airlines Holdings Inc., dijo que ha enfrentado escasez de personal en algunos aeropuertos y “no tenemos todo lo que queremos todo el tiempo” cuando se trata de comida a bordo. Pero eso no ha impactado en los vuelos, dijo el director financiero, Gerry Laderman.
Tanto American, como Unites y Delta Air Lines Inc. están limitando los vuelos durante el resto de este año, y algunos hasta el 2023, a medida que la industria trata de frenar las interrupciones de vuelos causadas en parte por la escasez de mano de obra y los costos más altos.
La demanda y los precios de los boletos han vuelto a subir después de lo peor de la pandemia, y los operadores reportaron ingresos récord en el segundo trimestre.
“La aviación representa una amplia franja de la economía, y necesitamos que todo vuelva a funcionar muy bien”, dijo Isom.