
Al Perú han llegado muchas marcas internacionales, sobre todo del rubro de alimentos, que no han funcionado. Algunas se han tenido que ir del país y otras han tenido que comprar a la competencia para permanecer en el mercado. Algunas se han quedado, pero sin poder desplazar a su principal competidor. Es el caso, por ejemplo, de los helados Lamborghini y Bresler, que no pudieron con D’Onofrio. O de Nestlé y Coca Cola, que tuvieron que comprar a los líderes locales.