El mercado de las plataformas de ‘streaming’ a nivel mundial acumula meses mostrando signos de saturación para unas empresas que se afanan en diseñar nuevas estrategias que puedan frenar las importantes caídas de suscriptores, sus pérdidas millonarias y la sangría de despidos.
Netflix se ha dejado en el camino casi un millón de clientes en 2022, la plataforma CNN+ clausuró su servicio en abril, tan solo un mes después de su debut, y otras como Apple TV+ no terminan de despegar a pesar de contar con inversiones millonarias.
Hasta una decena de servicios de ‘streaming’, con Netflix y Disney+ a la cabeza, compiten de forma feroz en un contexto en el que, según los expertos, estas compañías solo podrán volver a la senda del crecimiento si apuestan por fusionarse, por la inclusión de publicidad o por la difusión de eventos en vivo.
Así, los próximos movimientos de Netflix, Prime Video, el imperio Disney (Disney+, Hulu, Star y ESPN+) o Apple TV+ serán examinados con lupa a partir de ahora por sus propios inversores y por otra decena de plataformas menores que también tratan de hacerse hueco en el mercado del cine y la televisión bajo demanda en Estados Unidos.
HBO MAX Y DISCOVERY+, PIONEROS EN OPTAR POR LA FUSIÓN
La alternativa de la fusión entre plataformas consolidadas es ya una realidad por la que han optado grupos con tanto peso en el sector del ‘streaming’ como HBO Max y Discovery+, quienes en agosto anunciaron que comenzarán a operar un servicio conjunto a partir del verano de 2023.
Se desconoce el nombre con el que se comercializará este conglomerado que, de entrada, nacerá con una base de usuarios cercana a los 100 millones en todo el mundo, al combinar los más de 76 millones de clientes de HBO Max con los 24 que, sobre todo en Estados Unidos, posee Discovery+.
La fusión supone una posibilidad a tener en cuenta a medio plazo por las compañías de ‘streaming’ que, de acuerdo a la mayoría de expertos, puede ser complementada con la adquisición por parte de otras, normalmente tecnológicas, con mayor potencial económico.
“En el caso de Netflix, una de las variables que se plantean para que pueda seguir creciendo es que sea adquirida por otra corporación, una compañía tecnológica o de telecomunicaciones”, explicó a Efe David Craig, profesor investigador en la Universidad del Sur de California (USC).
Esta posibilidad puede resultar muy atractiva para compañías hasta ahora ajenas al mercado del video bajo demanda debido a la gran rentabilidad que pueden generarle los derechos de propiedad intelectual del ingente archivo de producciones, propias o compradas, del que disponen plataformas como Netflix.
“Por número, Netflix cuenta con una biblioteca de títulos originales, y con sus derechos de propiedad intelectual, tan grande como la de Paramount+ o Disney+”, aseguró a Efe Amanda Lotz, experta en el sector del ‘streaming’ y ahora profesora en la Universidad de Queensland (Australia).
LA APUESTA POR LA PUBLICIDAD Y LOS CONTENIDOS EN DIRECTO
Por otra parte, pese a que las plataformas parecían el lugar perfecto para que los espectadores disfrutaran de contenido sin publicidad, los tiempos han cambiado y la mayoría de sus ejecutivos coinciden ahora en que el futuro está en los anuncios.
Netflix anunció en abril que implementará un modelo de suscripción con menor precio pero incluyendo publicidad a partir del año que viene.
Consumir series o películas con anuncios no es algo nuevo para los usuarios de HBO Max, que desde el año pasado pueden optar por una cuota reducida que viene con anuncios.
“Disney va a hacer lo mismo. Subirán los precios a partir de diciembre y si quieres que se mantenga la cuota antigua tendrás que ver el contenido con publicidad”, detalló a Efe el profesor de la Universidad de Siracusa (EE.UU.) y fundador del Centro Bleier para la Televisión, Robert J. Thompson.
Esta alternativa tampoco sorprenderá a los clientes de Hulu y ESPN+ porque el primero ha diseñado una estrategia similar a la de HBO Max y el segundo realiza emisiones en directo con espacios y promociones pagadas.
De hecho, los contenidos en vivo también se han erigido como una de las potenciales fuentes de ingresos que, aunque no contemplaban en sus inicios, las plataformas sopesan ahora.
De acuerdo al profesor Craig, “los grandes acontecimientos deportivos” con el “fútbol como principal exponente” suponen una opción de peso que podría espolear el crecimiento de suscriptores debido al valor añadido que otorgaría al servicio de ‘streaming’ que pudiera hacerse con los derechos de emisión.
En Estados Unidos, ESPN+ (Disney) ya hace lo propio con el deporte y otras empresas como DAZN han conseguido jugar un papel decisivo en esta reñida disputa gracias a la difusión del fútbol europeo.
Las fusiones, la publicidad y los contenidos en vivo marcarán el futuro del ‘streaming’ en un momento crucial de su existencia, después de que, según la empresa Nielsen -líder en medición de audiencias a nivel global-, las plataformas hayan contado por primera vez en EE.UU con más usuarios que la televisión tradicional.