Las regiones del sur consumen cerca de la mitad del plástico que se produce en el país, debido la actividad minera y agrícola que concentran. Por esta razón, los bloqueos y la violencia en estas zonas han afectado gravemente las ventas de este material, asegura Eduardo Farah, past president y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Peruana de la Industria Plástica (Apiplast).
Como consecuencia de esta crisis, las ventas de plástico en esta parte del país se han reducido a solo el 30% de un mes promedio, puesto que las fábricas no pueden trasladar sus productos por tierra y hay muchos puntos a los que no pueden llegar por aire. “El sur representa cerca del 50% de nuestro mercado porque en estas partes funcionan varias mineras importantes, y esta situación ha golpeado las ventas de m fábricas”, explica Farah.
Los plásticos en la minería se emplean para elaborar bandejas que transportan muestras de roca (conocidas como testigos mineros), contenedores para el transporte de minerales a granel, entre otros. Asimismo, se suelen destinar a las tuberías necesarias para la actividad agrícola.
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Al no poder proveer de plástico a las mineras del sur, las fábricas destinadas a la producción de estos materiales se han visto en la necesidad de reducir sus niveles de producción, algunas incluso hasta la mitad, según Apiplast.
En cambio, las fábricas dedicadas a la producción de plástico para utensilios del hogar están experimentando una mejora en la demanda en Lima y otras regiones del país. Debido a problemas en diversas cuencas acuíferas, la población se ve en la necesidad de tener que almacenar agua en depósitos plásticos, para consumirla posteriormente.
Suben niveles de reciclaje
Por otro lado, Eduardo Farah indicó que va en aumento el uso de plástico regenerado o reciclado en la industria. Alrededor del 20% del plástico que se comercializa proviene de esta vía circular, según señaló. “Hay una serie de empresas que reciclan plástico. A las empresas más pequeñas les resulta un negocio, mientras que a las más grandes por lo general, no”, agregó.
Según el estudio “Economía circular en plástico en Lima Metropolitana y el Callao”, presentado por el Grupo GEA en el 2020, el reciclaje del plástico en la capital es ineficiente, pues “solo el 15% (124 mil t) del total de los residuos de plástico generados en el país son valorizados mientras que el 85% se pierde (408 mil t en rellenos sanitarios y 274 mil t en el ambiente)”.
La organización también explica que el Perú no posee una industria petroquímica que le permita producir resinas de plástico. Por esta razón, la totalidad de la resina virgen y aditivos viene del exterior. Posteriormente, en el Perú se realiza la transformación de los polímeros a productos manufacturados y semimanufacturados.
Agrega que como la cantidad de plástico que ingresa al país es mayor que la cantidad exportada, este se acumula de manera progresiva en el territorio nacional. Por un lado, esta acumulación consiste en el almacenamiento de bienes constituidos por plástico por un periodo relativamente largo (ejemplo, menaje, maletas, etc.), y por otro lado está la gestión de residuos de plástico, que puede consistir en: reciclaje, disposición final o vertimiento directo en el ambiente.